Me encuentro a oscuras.
Una tiniebla alberga mi alrededor, pero de mí emana luz, una incandescente luz, una luz cegadora para cualquiera que se acercase.
¿De dónde proviene esa luz? Esta proviene del brillo de sus ojos llenos de pasión en el momento en el que me observan con esa calidez inconmensurable, esa ternura delincuencial, veo el paraíso en sus ojos, veo, realmente veo
Esa luz ha quedado marcada en mi corazón como un hierro marca a una res, como esa seña distintiva de ese apodo infantilmente hermoso con el que se refiere a sí misma, esa marca con tinta deleble que hace en mí brazo. En este momento, esa marca, esa seña, emana un brillo solemne contra cualquier incertidumbre, contra cualquier desazón.
Me siento seguro, ella está en mi corazón, ella me defiende de la oscuridad, ella, su amor, ese amor está conmigo, no estamos juntos físicamente ya que como no podría faltar, una distancia nos separa, pero aprovecho esas seis horas diarias en la que sí puedo estar con ella para disfrutar de su compañía, para acrecentar esa marca en mí, para enamorarme más, para amarla más.
No dormimos juntos, pero puedo abrazarla mientras duermo y estoy seguro que ella lo siente, no vivimos juntos, pero puedo sentir su latido sincronizado con el mío, no estamos uno al lado del otro, pero siento su amor y ella siente el mío.
Mis pensamientos solo hacen ser sobre ella, me encuentro en un silencio absoluto, pero escucho su voz, escucho su risa, río con ella. Sí, estoy loco; sí, no soy normal, pero, ¿quién quiere algo normal? ¿quién quiere algo aburrido? Yo no, quiero un amor descontrolado, quiero un amor único, quiero el amor que tengo, quiero lo que tengo, amo lo que tengo, tengo lo que amo, la tengo a ella.
Buscaré un diccionario, indagaré en enciclopedias, navegaré en internet, tiene que existir una palabra que exprese más amor que el amor que expresa la palabra amor, la palabra amor no es suficiente para el amor que mi cuerpo y mente profesa por ella.
¡Ah! -sí, es un suspiro-.
Ella, Ella
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El Diario De Un Chico Enamorado
RomanceEn la relativa tranquilidad de mi habitación suceden cosas maravillosas. Mi mente, mi corazón afloran sentimientos desbordantes, una causa y una consecuencia, un todo conciso, ella, solo es ella.