Segundo Capítulo.

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Me encuentro acostada en mi cama, no puedo creer que apenas sea martes....Diossss la escuela me está volviendo loca! No me malinterpreten, tengo buenas calificaciones y tales solo que el madrugar no es lo mío; aparte de las tardes enteras que desperdicio por estudiar para algún examen.

¿Y para que tanto sacrificio? Para un simple diploma colgado en mi cuarto, me estresa y decepciona el saber que tanto sacrificio se verá reflejado en un simple papel que al mojarlo se desvanecerá.

El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos, es una llamada de Marcus, una sonrisa aparece en mi cara.

-Hola.

-Hola Rosse, te extrañe tantooo-su tono reflejaba cierta emoción.

-Nos vimos esta mañana-rodé los ojos y me dispuse a sentarme en mi cama y a encender mi laptop.

-Sip, pero no hablamos, además ese profesor forro descubrió que yo forme parte de la broma de ayer, ¿te imaginas la charla que nos dio el rector? Si hubieras visto, además de ir al salón y dar ese discurso frente a todos, lo hizo de nuevo cuando estábamos en su oficina.

-¿Y quién los mando a ponerse de chistositos? Sé que el profesor Fernando es estresante en su máximo nivel, pero igual, llenarle su vehículo de arena!?

-Debes admitir que esa broma fue buenísima-me reí-Rosse, ¿puedo ir a tu casa? Necesito contarte algo importante.

-Claro, ven amigo mío, te estaré esperando con los brazos abiertos-dije tratando de sonar como una poeta.

-Preferiría que me esperaras con las piernas abiertas-dijo en un tono seductor.

-Marcus! Si vas a estar toda la tarde con ese tipo de comentarios mejor ni vengas-se ríe y susurra un leve, lo siento.

Terminé de hablar con mi queridísimo amigo, y mis ojos vagaban por mi facebook, tenía la tentación de entrar a su perfil, ese chico me estaba volviendo loca, y como no con esa perfecta fachada.

¿Qué de quien hablo? De mi vicio, mi obsesión, su nombre es Martín.

Finalmente me decidí a abrir su perfil, había cambiado recientemente su foto, y me quede como una boba mirándola, los me gusta, los comentarios, parecía una loca pero no me importaba, este chico estaba realmente bueno, llámenme culpable por admirar su belleza.

Un grito me saco de mi trance, reconocí la voz al instante y de golpe me pare abrir la puerta, era Marcus, estaba afuera de mi casa escurriendo agua, ni me percate que había empezado a llover.

Lo salude y me devolvió el saludo, entró y se tomo una corta ducha y se puso ropa de mi padre mientras su ropa se secaba.

Rosse tengo que hablar contigo de algo muy serio-su voz sonaba firme, y a decir verdad me estaban dando nervios de lo que pudiera decir. No le dije nada porque presionarlo no era lo mejor, sabía que debía darle su tiempo.

No sabía cómo decirlo, cerraba y abría su boca repetidas ocasiones, hasta que por fin lo soltó, me gustas Rosse.

Y en ese preciso instante mi mundo se detuvo.

Estaba sentada en la sala sin saber qué hacer ni decir, wow eso me había tomado por sorpresa, como es posible, ¿en qué jodido momento paso esto? ¿Marcus enamorado de mí? Esto tiene que ser una broma, yo a él lo quiero pero como amigo, lo conozco hace dos años y lo veo como mi hermano.

Suspire, ya veo que eso que me dijo por teléfono de abrirle las piernas no lo decía en broma-No sé qué decirte la verdad.

No me tienes que decir nada, yo simplemente tenía que sacarlo de mi pecho, me desesperaba el hecho de que tu no lo supieras, y lo sé, sé que no sientes nada por mi-bajo la mirada y guardo silencio por unos segundos; segundos que parecían interminables para mí-sé de tu obsesión con Martín.

Mi boca formo una gran O, ¿Cómo es posible que lo supiera? Yo no se lo conté porque sabía que no entendería, que te guste alguien con el cual no has hablado ni cruzado mirada alguna, es algo raro, lo sé.

Marcus, yo....-silencio, no lo digas, no me digas que me quieres como un amigo porque eso me haría sentir peor, que te manden a la friendzone no es bonito Rosse.

Me quede sentada  mirando a todos lados menos a Marcus, enserio que no sabía que decir y cada segundo el ambiente se iba poniendo más pesado.

Me voy-se paró de golpe y me dio un dulce beso en la frente, nos vemos mañana. Y dicho esto se fue.

Okay...eso fue incomodo, no quiero dañar nuestra amistad pero sé que inevitablemente todo se pondrá incomodo a partir de ahora.

Subí las escaleras y me recosté en mi cama...esta será una semana larga.

Sin ilusiones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora