▪Cartas A Un Muerto▪

17.

*Flashback*

.:Charlotte:.

En este momento me encuentro corriendo hacia el bosque, él dijo que quería verme. Estoy muy feliz, a pesar de ser tan tímida él logra hacerme sentir bastante cómoda. Lyn me dijo que es muy probable que él sea de fiar, por lo que hoy planeo decirle todo lo que sé sobre nuestros guardianes y nuestra "misión". 

Está atardeciendo. Me acerco un poco más al centro del bosque, ese es nuestro lugar especial. Ahí hay un pequeño arroyo que tiene rocas muy grandes con un poco de musgo, es como el paraíso para mí. Cuando era más pequeña solía ir allí para poder descansar un poco de los problemas que habían en casa. Se lo mostré a Thomas algunos días después de conocerlo, ya que él me transmitía la misma calma que ese lugar.

Me sé este camino de memoria. Subo una pequeña colina y logro agarrarme de algunas raíces que sobresalen del suelo. Camino un poco más y me encuentro con el gran árbol, un cedro bastante imponente que me avisa que estoy muy cerca. Bajo una pequeña pendiente y alcanzo a ver al pelirrojo, quien me saluda con la mano y me invita a acercarme. Me siento en la misma roca que él y empezamos a hablar.

–Hola, Charl.– Me dice sonriendo y sonrío también.

–Hola, ¿De que querías hablar, Tom?–

Noto que se pone incómodo y se remueve en su lugar. Esto me preocupa, he perdido a demasiadas personas y no quiero perderlo a él, me dolería demasiado, en este poco tiempo se ha convertido en mi soporte. Me preparo mentalmente para hacer frente a lo que va a decirme, quizá decida acabar nuestra amistad con un "creo que ya no podemos vernos más", o algo como "mis papás no quieren que esté más contigo, dicen que es peligroso", quizá se ponga creativo y me diga que se va a mudar.

–Yo, bueno.. es que, creo que tú me.. bueno, tú me..–

"Tú me das miedo, y ya no quiero ser tu amigo.."

–Tú me gustas, Charlotte.– Abro los ojos como platos, eso me agarró desprevenida.

–Espera, ¿qué?– Lo miro confundida y él solo suelta una risita.

–Tú me gustas, y mucho. Sé que nos conocemos hace poco pero siento como si nos conociéramos desde hace mucho y.. bueno, está bien si quieres que seamos sólo amigos, supongo que lo entiendo y..–

–No.– Niego con la cabeza y él me hace una seña para que continúe. –Yo creo que también me gustas, ¿sabes? Yo.. bueno, siempre trato de no encariñarme con la gente. Pero creo que contigo me fue imposible, digo, hasta te mostré mi escondite secreto y no ha pasado mucho desde que nos conocimos. Eso dice mucho.–Él asiente y continúo– Podríamos intentarlo si quieres.. pero tienes que saber que no soy una persona muy cariñosa y mucho menos romántica.–

–Con que seas tú misma me basta y me sobra.– Asiento y nos quedamos en silencio un momento.

Veo como se acuesta boca arriba a mirar el cielo, ya está empezando a anochecer. Imito lo que él acaba de hacer y siento como me toma de la mano. Sonrío y aprieto el agarre. Escucho como el agua fluye y miro el cielo, que ya está empezando a mostrar estrellas. Es una vista muy hermosa y estoy realmente feliz. Entonces recuerdo lo que le iba a decir y me levanto de golpe, causando un sobresalto de su parte.

–¿Qué pasa, Charl?– Me pregunto mentalmente si debo decirle o no. Pero supongo que el merece saberlo también.

–¿Recuerdas cuando tuviste tu primer ataque?– Él asiente.– Te lo explicaré todo.

*Fin del flashback*  

La Catalepsia es un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se halla en un estado consciente, el cual puede a su vez variar en intensidad: en ciertos casos el individuo se encuentra en un vago estado de consciencia, algunas veces puede incluir alucinaciones, mientras que en otras pueden ver y oír a la perfección todo lo que sucede a su alrededor. Puede ser producida por el mal del Parkinson, epilepsia, por efectos de la cocaína o esquizofrenia.

–Lo siento mucho, señora.– Se quita los lentes– Haremos lo posible, se lo prometo.–