Hasta ese momento, era un ignorante de los sentimientos,
Sólo quería a una persona; era mi mundo,
Hasta que en una fría mañana mi mundo te encontró,
Caminando descalzo por la acera de la vida; despistado,perdido, desorientado,
Fue allí cuando entendí la gran capacidad que tiene el corazón, pero tu no venías sólo, traías contigo un muy bonito satélite,
Mi pequeño corazón abarcaba un miniuniverso de cuatro personas,
Mi persona no conocía la tristeza, la soledad, el dolor,
Hasta que me enteré de tu partida, aunque no lo hayas planeado te llevas una parte de mí en tu equipaje, y desde la clandestinidad de mi cuarto espero tu regreso.
Que tengas un muy buen viaje, adiós vaquero, adiós pequeño dragón,
Adiós hermano.