Él,él y mil veces él.Él era la persona que llevaba esperando bastante después de que mi última relación acabara con un "me besé con tu amiga.Eh,pero que tú lo haces mejor",esas palabras que se me clavaban como puñales mientras las iba gesticulando intentando parecer que sentía pena ante aquel acto ocurrido sólo unos días antes.He de reconocer que la semana de antes,me había pedido un tiempo porque necesitaba pensar y aclararse las ideas pues no sabía qué hacer.
¿Y ella?Bueno...ella era mi mejor amiga.Je,coincidencias de la vida que no me dijera que le gustaba.No sé,¿no hubiera sido mejor que me lo hubiera contado?Bah,para qué pensar más en algo que ya no tiene solución.
Después de ese desastre,lo mandé todo a la mierda y decidí empezar de cero.Es gracioso la manera de la que lo intentaba,hay cosas que simplemente se marcan en la piel y tienes que aprender a vivir con ellas.
Y por fin llegamos a él,sí,él.Él era el motivo por el que mi piel se erizaba y esa risa de tonta volvía a mi rostro,aquella que desde finales de 2015 no había vuelto a aparecer.Él,que tan solo con oír su nombre,ya podía imaginarme todas y cada una de sus expresiones faciales.
Para ser sincera,no me esperaba ni siquiera conocerle pero cuando ocurrió,de alguna manera me volví a sentir querida.
Y era divertido ver en el rostro de una persona como yo,a veces muy bruta,otras muy cariñosa y ñoña a más no poder,su emoción al observar que alguien como él se había fijado en ella.