Sinopsis

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—Yūma Isogai, me han informado que infringiste una de las leyes del edificio principal; la N° 254, "ningún estudiante debe trabajar mientras asiste a la escuela"— El director Asano mira al chico que está sentado frente a él—, Pero ahora quiero confirmarlo de usted...¿Ha infringido lo citado anteriormente?

Isogai estaba nervioso, pero respondería igualmente la pregunta del director Asano, y con nada más que la verdad.

—Sí; es cierto..—dijo con seguridad— Pero mi familia lo necesita, y yo no me arrepiento de na—paró de hablar al ver la sádica cara del director.

Parece que después de escuchar lo que dijo el estudiante, se notó un poco encabronado.

—¿Le pedí una explicación?—dijo el director mientras su cara se deformaba cada vez más—¿Usted cree que a mí me importan esas cosas? ¿Acaso no tiene moral?

Isogai se empezó a asustar por la actitud del director, buscaba como calmarle o pedirle disculpas; Pero el director seguía lanzándole palabras ofensivas e insultos con los cuales te echarías a llorar.

El director se paró drásticamente, mientras alzaba su mano para golpear a Isogai.

Todo pasó tan rápido que Isogai cerró los ojos, esperando el impacto.

Él ya se imaginaba su cuerpo estampado en el suelo, con una mejilla hinchada y un agudo dolor.

Lo único que se escuchó en ese cuarto fueron 4 cosas:

El chirrido de una puerta.

Unos pasos acelerados.

Una nueva voz en el cuarto.

Y un sonido sordo.

—¿¡Qué hace director!?—dijo aquel chico que abrió la puerta en el momento indicado, Asano Gakushū.

Al abrir sus ojos, Isogai quedó impactado al darse cuenta que Asano estaba bloqueando el golpe de su padre.

—Estábamos hablando de la infracción a la ley cometida por el estudiante aquí presente. —dijo como si nada hubiese pasado el director.

—¡Pero yo ví que le estabas a punto de golpearle!—dijo Asano reprochándole— ¿Qué más le hubieses hecho si no entro aquí?

Isogai estaba asustado en el suelo, ya que el impacto de que el director lo quería golpear le hizo perder el equilibrio, cayéndose de la silla, y más cuando Asano se interpuso entre ellos.

—¡No puedes hacer esas cosas!—dijo Asano— ¡No te metas! Recuerda que soy el director.

Isogai veía la pelea de padre y progenitor; Él no tenía ganas de estar en esa oficina, por lo que se atrevió a hablar.

—Siento mucho haberlo enojado, Director Asano —se paró y se sacudió—, ¿Puede... decirme mi castigo?

Los dos hombres que discutían se giraron a verlo, y luego se miraron entre sí.

—Asano, hazte cargo de esto;—dijo su padre, mientras se dirigía a una puerta lateral de la oficina— después de todo, tú fuiste el que reportó a Isogai.

Isogai miró sorprendido a Asano por un momento, luego su expresión cambió a una de tristeza.

—Si, Director—dijo Asano.

Y se escuchó una puerta cerrar.

Asano se sentó en la silla del director, y giró sobre ella una vez.

—Bien; Ya justificada la situación, se aplicará un castigo correspondiente a la gravedad del asunto. —Dijo intelectualmente Asano.

Sacó una carpeta de el escritorio y buscó ciertas cosas que Isogai no pudo saber.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2016 ⏰

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