Después de varias semanas comencé a darme cuenta o aceptar que sentía algo por ella, aún no superaba del todo a mi ex, Daniela, pero ella me hacía olvidarla, cada vez que veía una sonrisa en su rostro iluminaba mi cara, me hacía sentir bien. Cada salida con ella eran increíbles siempre segura de sí misma y un poco alocada es hermosa. Una noche, en el cine, mientras comprábamos palomitas y refrescos para entrar, tomamos los popotes al mismo tiempo toque su mano, suave la quite rápidamente y sonreí nerviosa desde ahí hasta entrar a la sala hubo un silencio demasiado incómodo, ella lo corto diciendo – tengo que decirte algo– hice un movimiento con la cabeza para que continuara ella me dijo que mejor me lo decía de otra manera porque aún tenía que saber algo de mi, dije Okay y le metí una palomita en la boca diciéndole que la película empezaría. Era viernes, al salir de la película, de camino a mi auto, me pregunto que si la dejaría quedarse en mi casa por esa noche, asentí emocionada, pasamos por algunas cosas a su casa y en su cuarto vi una foto de ella y Marina supuse, la tome y le pregunté si ella era Marina, ella me miró confundida y dijo – hace tiempo que había sacado esto de mi cuarto, ¿qué hace aquí?– alce los hombros con la misma duda que ella.
Cuando casi nos íbamos le propuse que se quedara todo el fin, ella regresó inmediatamente a su cuarto por más ropa, reí y le grite que la esperaría en el auto.
Llegamos a casa, estábamos cansadas, cenamos y acomode todo para dormir, al entrar a mi estudio vio mi Xbox y me gritó esa vez su voz se escucho irritante me espante y fui corriendo, al verla sentada en el sillón cama me pidió que jugáramos unas cuantas carreras, reí deje todo a un lado y me senté con ella.
Mientras elegíamos nuestros carros y la pista en la que correríamos me hizo una pregunta –¿eres lesbiana?– sabía que tarde o temprano lo tendría que saber, pero me desconcertaba esa pregunta ya que yo no le había dicho nada, le dije –si,¿porque?– ella gritó emocionada –lo sabía! Lo sabía! , ahora sí puedo decirte lo que te iba a decir en el cine–, lo había olvidado completamente y le dije —vamos dime— ella le puso pausa al juego tomo una de mis manos y me dijo muy ligeramente y con un tono bastante tierno – creo que me gustas– me sonroje y apreté su mano agache la cabeza un momento y le dije – tú también solo que aún no sabía cómo decirlo, porque no te había dicho nada de mi homosexualidad– ella rió y me dijo – sigamos con el juego– di el tema como cerrado y me dispuse a jugar.