El domingo por la mañana desperté con mi perro alado me espante al tocar su nariz húmeda y fría. La vi parada en la entrada del cuarto aún con pijama eran las 8:30 de la mañana al ver que me pare Dariana fue a la cocina y desde ahí me grito que me apurara llegue hasta ella y le pregunté confusa el porque, ella respondió que me llevaría a una guerra de bandas echa por una prepa muy conocida. Fue cuando recordé que mi mejor amigo con el que tenía tiempo que no hablaba competiría en una le marque inmediatamente y le avise que iría con él siempre me reía. Al colgar la llamada Dariana se me quedó viendo con una cara de celos que se le salían por los poros, reí al ver su cara me acerqué le di un beso en la mejilla y le dije mientras me acercaba al baño, no tienes nada de qué preocuparte soy lesbiana, ya adentro le dije que me bañaría no me contesto y seguí con lo mío, al salir ella tenía el desayuno listo unos huevos con jamón que se veían bastante bien, se fue al baño con su toalla y le pregunté –¿no desayunaras?– ella respondió negando con la cabeza –ya desayune, tenemos que llegar temprano – asentí y me quedé pensando mientras desayunaba, realmente me gusta es hermosa, tiene ese toque que me gusta. Pensaba decírtelo pero formalmente. Cuando salió de bañarse me llamo, fui y sin darme tiempo de decir una sola palabra me besó fue un beso corto pero hermoso lo único que dijo fue —realmente me gustas– sonreí y sin decir nada le di otro beso igual al que ella me dio.
Terminamos de arreglarnos y nos fuimos directo mientras ella platicaba con unos compañeros de su universidad yo lo hacía con los míos note su mirada y al voltear le sonreí ella también lo hizo y desvío la mirada.
Al salir llegamos a casa y le pregunté —¿te llevo a tu casa?— ella me miró con una cara tierna y y con ojos de petición, me dijo, – ¿puedo quedarme?– asentí y pregunté preocupada – ¿y Bolt?– ella dijo – pues vamos por el– tome las llaves del auto y pasamos por el.