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Papyrus golpeó suavemente su falange contra la mesa al compás de una canción que reproduce en su mente. Mira a su alrededor, una, dos veces; mirando en la lujosa cafetería si alguno de sus amigos ya ha salido de clases. Gruñó cuando todavía no ha visto a nadie familiar, sentándose en la cómoda silla y cruzando los brazos a la altura de sus costillas, extendiendo sus piernas. Una de sus tenis negras está desatada, pero él es muy perezoso como para agacharse y atarla. Suelta un gran suspiro y mira de nuevo a través de la puerta, aún sin ver a nadie.

Comenzó a jugar con la pequeña fibra que cuelga de la manga de su nueva camiseta negra. La obtuvo por 5G en una tienda de segunda mano, pero en realidad, no se puede quejar. Su trabajo de verano fue una mierda, así que no tuvo mucho dinero al comienzo de la Universidad después de haber comprado todos esos libros que necesitó el semestre pasado -los cuáles probablemente no usará ni la mitad de ellos.- Así que, camisas baratas y usadas son mejor que una nueva que cuesta el triple-incluso hasta mucho más- que ese precio.  Oh bien. Es lo que es.

Miró hacia la puerta una vez más, para solamente ser interrumpido por un carraspeo seguido de un —¿Disculpa?— de voz suave y relajada.

Volteó de nuevo y miró hacia arriba para ver a un monstruo bajo, con un leve rubor celeste en sus pómulos con unos ojos que parecían estrellas, al menos para él. En su rostro se forma una pequeña y curiosa sonrisa, su cuerpo vestido con una camisa blanca que deja al descubierto sus clavículas, emparejada con unos jeans negros que aprietan su perfecto trasero. Sólo un pensamiento cruza por la mente de Papyrus: Sexy, sexy, sexy.

Papyrus parpadea sus cuencas, aclarando su garganta.— ¿Necesitas algo?— El más bajo se sonroja, mirando hacia abajo por un momento como si estuviera re-considerando lo que está a punto de decir:— ¿Está bien si me siento aquí? No hay ningún otro lugar...— dijo con una suave y algo débil voz. Papyrus le dedica una sonrisa coqueta, usando su mano para tocar la mesa vacía. — Siéntete libre. —

El chico se sonroja de nuevo, mirando hacia la mesa mientras se sonroja. — Gracias. —. El más alto miró hacia atrás, viendo si sus amigos están ahí como si fuera un hábito nervioso, pero cuando ve que no están da la vuelta nuevamente, mirando como el chico saca una botella transparente, llena de un líquido color lila.

  — ¿Qué es eso?—  Pregunta, viendo como el chico mira hacia arriba con las cuencas abiertas. —  Oh, uh... Es leche de arándanos. —  Papyrus ríe en voz baja.— ¿Leche de arándanos? No he tomado de eso desde que tengo como cinco, probablemente.— 

El chico se sonroja esta vez más fuerte, abriendo su boca para decir algo, pero termina cerrándola. En ese momento es cuando Papyrus se da cuenta de los falanges del más bajo golpeando suavemente la botella, similar a la forma en la que él lo hacía anteriormente. Sus uñas, están pintadas de un pálido color menta, que casi se mezcla con los suaves huesos del chico. Papyrus de repente se siente mareado, como si su alma no estuviera recibiendo suficiente oxígeno. Él no sabe si está hablando con un chico, una chica o ambos, y se siente un poco enfermo. No es como si-él no juzga, o algo, solamente que es un poco raro porque nunca ha conocido a un chico-¿chico- que le guste pintarse las uñas.

  —  ¿Por qué tus uñas están pintadas? —  pregunta, sin quitar la mirada de las uñas del chico. Piensa que tal vez fue muy directo. —  Y-Yo... uh, simplemente me gusta, um.—  el chico contesta, mirando hacia abajo. Sus nudillos se notan tensos, y Papyrus puede decir que está apretando la botella.

  — Es un poco raro. —  Trata de no sonar cruel o malo, simplemente lo dice como si estuviera hablando con uno de sus amigos. Él no pretende herir los sentimientos del chico, porque es lo que piensa, pero aparentemente lo hace ya que el chico muerde uno de sus falanges fuertemente, un celeste aparece en sus mejillas y su mirada está directa al suelo. Luego él mira hacia Papyrus y sus ojos están cubiertos de lágrimas, pero sonríe débilmente y temblando dice:— Gracias por dejarme sentar aquí, pero ya me tengo que ir.—  

Papyrus no debería sentirse tan mal mientras observa al chico salir apresuradamente de la  cafetería con sus uñas pintadas y leche de arándano, pero lo hace, porque no tuvo la intención que lo que dijo sonara tan rudo. Suspira, pasando sus dedos hasta la parte de atrás de su cabeza.

  —  Hey, Paps. ¿Quién era ese chico? —  Escucha una voz blanda atrás de él preguntar, alarmándolo. Mira hacia arriba para ver a un esqueleto con unos dientes filosos,chaqueta de cuero negra y un pañuelo rojo en el cuello, sentándose donde el otro chico estaba hace unos momentos. Papyrus exhala temblando, agarrando la tira de fibra de su camisa de nuevo.— No lo sé.—

  — Bueno, es bastante sexy.—  Papyrus se encoge de hombros, sin mencionar el color menta pálido que estaba delicadamente pintado sobre sus uñas. Tampoco menciona que Edge nunca llama a un hombre sexy. Edge está mirando hacia él con una pequeña línea entre sus "cejas" y una pequeña y confusa sonrisa. Papyrus pretende ignorarla. 

— Okay.—  Dice Esge sin aliento, fingiendo que Papyrus no está actuando tan indiferente como lo está haciendo en el momento.— Así que, lo siento por haber interrumpido amigo, pero tengo que comprar varios libros más, qué mierda, ¿cierto?. Pero Red e Ink estarán acá pronto. Solamente quería pasar y decirte.— 

Stretch asiente, mirando hacia sus propias uñas. 

(La última clase del día para Papyrus es astronomía, la cual sonaba bastante interesante y fácil para obtener su crédito en Ciencias. Pensaba eso hasta que tuvo que comprar un costoso telescopio y libro. Pero aquí está, y lo está haciendo, porque al parecer el profesor es amigable, y la clase es relativamente fácil de aprobar, con tal de que siempre estés conectado al foro online y aprender a usar correctamente la plataforma.

La mayoría de estudiantes están reunidos, conversando alrededor de él mientras se inclina hacia atrás en su silla, brazos cruzados en su pecho y con su típica sonrisa y expresión de aburrimiento. Es simplemente eso, hasta que un esqueleto bajo entra con su cabeza abajo y sus pómulos con leve color celeste, tomando asiento en la primera fila. El interés de Papyrus surgió nuevamente.

Todo el cuerpo de Papyrus se llena de culpa, probablemente brotando de él hasta formar un charco invisible, para luego notar al esqueleto arrancando su pintauñas con las manos temblorosas.)


He aquí una nueva historia. No la pienso continuar muy seguido, huh.

Les dejaré adjuntas unas referencias de Sans y Papyrus. 


Blueberry Milk Papyrus.

Blueberry Milk Papyrus

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Blueberry Milk Sans.

Blueberry Milk Sans

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Blueberry Milk; Swapcest.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora