BARBARELLA

Sábanas Rojas

El ataque de risa que tenía no era normal así que no tenía la suficiente fuerza para retenerla, y como una webona me encogí de hombros.

-- AJAAAAA – Dijo ella alzando ambas manos, yo la tomé de ellas tratando de alejarla, en plan amistosa

-- No chama no seas así qlq, sé seria bárbara ¡SÉ SERIA! –grité cuando esta me tomó de la cintura con fuerza intentando alzarme, cuando se acercó a mi rostro la detuve con ambas manos reteniéndola en las mejillas, ella sólo reía – En serioooo sé seria ¿vas a hacerlo? – ella asiente, yo continúo – Pero sólo uno ¿vale?

-- De acuerdo... -Su voz sonó más ronca de lo que ya normalmente es, algo que hizo que mi piel se helara, se supone que iba a darle un pico y todo acababa, pero ella se me adelantó uniendo nuestros labios de una forma lenta y si se puede decir algo... Morbosa. Debo decir que fue la primera vez que me sentí cómoda en un beso con ella. Ya ella y yo nos hemos besado pero no así, no en la manera en la que lo hacemos ahora, antes quizás era por experimentar, o por saber qué se sentía, pero esta vez es diferente, es como si ella me quisiera besar realmente, y debo admitir que lo hace bien.

Esto no me estaba molestando en lo absoluto, pero era extraño, es mi prima ¿esto no debería ser algo prohibido? La separé ligeramente permitiéndome respirar, sus labios estaban muy cerca de los míos, podía notar como su respiración estaba agitada, lo peor es que yo también lo estaba.

Es extraño, mis ojos se encontraron con los suyos sin decir ni una sola palabra, sus manos apretaban con fuerza mi cintura sin lastimarme, mis manos bajaron con suavidad a su cuello. Sentía que algo me estaba matando, era un algo, no puedo describirlo, que me obligaba a querer tocarlos de nuevo. Y eso hice, esta vez fui yo quien la besó, de una forma desesperada, mis manos quitaron su gorro arrojándolo a un lado para luego entrelazar mis dedos en su corto cabello. Ese deseo era algo que estaba ahí guardado, se supone que esto era platónico para nosotras... ¿está bien esto? ¿deberíamos continuar? Aunque la respuesta sea negativa, definitivamente no quiero detenerme. Sólo se vive una vez ¿no?

La empujé ligeramente hacia la cama logrando estar posicionada sobre ella, maldita sea, logré ver cómo sus labios estaban enrojecidos por las mordidas que les di, estaban ligeramente hinchados, me encantan porque son pequeños pero gruesos. Ella me tomó de las mejillas y volvimos a fundirnos en un sediento beso, mi espalda se encorvaba ligeramente, no quiero sonar egocéntrica, pero tengo un culo que mata a cualquiera, literal, al encorvarme hizo que estas se vieran más grandes de lo que ya son.

Sus manos pasaron de mi cintura hasta mis caderas, metiendo una de ellas ligeramente en mi short sin llegar a más abajo, ella notó como en mi oreja no habían unos sarcillos que regularmente me coloco, me gustan mucho, tienen unas púas, me siento malota con ellos y ella le dice los "Anti Bárbara" Porque cada que ella quería morderme la oreja para molestarme no podía porque los llevaba puestos. Al ver que no tenía nada sonrió muy amplio y fue hasta ellos, alejé mi cabello permitiéndole llegar mejor, me estaba dejando llevar por el momento, y no me arrepiento sinceramente.

Su fucking lengua estaba estimulando el lóbulo de mi oreja, joder se sentía tan bien, bajó lentamente por mi cuello hasta mis clavículas, dejando besos también en esta, me limité a jadear mientras lo hacía, esta situación se encontraba tan caliente. Sentí como mordió mi cuello haciendo que soltara un bajo gemido, mientras con sus manos acariciaba mi cuerpo, yo temblaba ante aquellas sensaciones, esto es algo totalmente nuevo.

--¿Me permites? – Dijo en un susurro contra la piel de mi pecho, indicándome con la mano. Yo solo asentí y ella comenzó a bajar la mano tomando con posesión mis glúteos, los apretaba y masajeaba con deleite, yo jadeaba contra ella, hundí mi cara en su cuello queriendo hacer algo también.