Capítulo 3 ~ La fiesta

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Narra Alejandro:

Faltaban 10 minutos para que se acabase educación física, durante todo el día no he podido dejar de mirar a Marta, no ha cambiado desde la última vez que nos vimos; antes de cortar.

Parece mentira que, aunque he intentado salir con María, no consigo olvidarla

Aunque, esta tarde, quizás lo consiga gracias a una fiesta que ha celebrado una amiga al aire libre, espero que no vaya para llevar a cargo mi plan.

Aunque, ¿qué sentido tiene querer olvidar a la persona que amas?

En fin, al sonar el timbre, me he dirigido junto a mi hermano al autobús.

He hablado con él y con otro amigo antes de llegar a mi casa.

Al llegar, he hecho poco, ya que una hora y media después empezaba esa fiesta.

La fiesta era en una especie de barbacoa, pero no me quedaba muy lejos de mi casa.

- Ale, date prisa que llegamos tarde - Me dijo mi hermano Iker.

- Lo sé Iker

Media hora después, nos pusimos en camino a el sitio de la fiesta, como había dicho antes, no quedaba muy lejos.

Al llegar había poca gente, todos eran de otros institutos distintos al mío menos mi hermano.

Ainhoa, la amiga que organizó esta fiesta, puso música mientras todos cantábamos.

Un ambiente bastante... Bueno, parece que Marta no está por aquí.

- Chicos, tengo que ir a buscar a una amiga que acaba de llegar - Dijo Ainhoa

- Vale - Dijimos todos al unísono.

Se fue un par de minutos, pero cuando llego...

Ahí estaba ella, la chica de estatura baja, pelo y ojos marrones pero preciosos, dos años menores que yo de la cuál hace un par de meses me había enamorado.

Automáticamente me he puesto nervioso, ¡mierda! ¿Por qué tuvo que venir?

Pero, he de admitir que no me desagrada su compañía, todo lo contrario. Pero... me gustaría poder olvidarla.

- ¡Hola! - Ha saludado a todos los que estábamos con una gran sonrisa, e incluso a algunos con dos besos.

- H-hola... - Al dirigirse a mi para saludarme, la he notado un poco extraña.

- Hola...

Hemos hablado todos un par de minutos, cuando derrepente un amigo cogió un pan con Nutella que había cogido antes y se lo lanzó a Marta en el pelo.

Todos empezamos a reír, obviamente de broma, pero ella cogió el pan y empezó a perseguir a ese amigo. Pero al ver que no lo alcanzaba, se rindió y volvió al grupo.

Para hacer un poco la gracia, cogí mi vaso del que estaba bebiendo y le tiré un poco en el hombro.

- ¿Quieres pelea? - Me dijo desafiando

- Puede ser...

Ha empezado a perseguirme mientras reíamos, ella me perseguía con mi vaso ya que me lo había arrebatado para intentar tirarmelo y estar en paz.

He de decir, que... Esto me recuerda bastante a cuando no éramos nada, cuando nos gastábamos bromas sin cesar.

Cuando Marta consiguió tirarme el vaso, nos acercamos a los demás, y yo sigilosamente fui primero al baño con el vaso para poder llenarlo de agua y tirarselo a Marta.

No sé dónde me estoy metiendo,
pero he de decir que me llena muchísimo volver a estar así con ella.

Al coger el vaso, se lo he tirado a la cara, ella ha corrido por un vaso y hacerme lo mismo.

Mi hermano, poco después, ha cogido un vaso y se lo ha tirado a una amiga.

Y así poco a poco, hemos conseguido empezar una pequeña "guerra del agua".

Y aunque suene un poco infantil, nos lo hemos pasado genial, e incluso he podido arreglarme con Marta.

- Hey chicos, ¡mirad!

Ainhoa nos ha enseñado una bolsa que guardaba desde el principio con pequeños globos de agua, todos hemos cogido dos y nos hemos dedicado a tirarselos a todos.

Uno de mis globos y de los de Marta, han ido a parar a el otro. Y he de decir que no pensaría que ella volviese a aceptar aunque sea, tener una amistad conmigo.

Cuando se han acabado los globos, todos hemos empezado a comer de una especie de mesa llena de comida para picar.

He mirado un poco de reojo a Marta y... ¡ella me estaba mirando!

Rápidamente, he quitado la mirada y he seguido comiendo.

Hemos pasado un rato muy agradable mientras comíamos y cantabamos, he incluso he aprovechado para tener algunas conversaciones con Marta.

Cerca de las 20:00, mi madre nos había dicho tanto a mi como a Iker que tendríamos que estar en casa a esa misma hora, así que nos hemos despedido de todos.

He incluso de Marta.

Pero cuando nos disponíamos a irnos...

- ¡Esperad!

Ambos acompañados de un amigo, nos hemos girado.

- Yo voy con vosotros que así no voy sola - Marta ha venido corriendo hasta donde estábamos.

Hemos ido hacia la salida del recinto en muy buen ambiente, riéndonos de cosas.

- Ya han venido a recogerme... Adiós chicos.

Ha empezado a darle dos besos a mi hermano, luego dos a mi amigo, al igual que conmigo.

Pero cuando iba a darme el segundo beso, se ha parado un instante cuando nuestras caras estaban justo en frente.

Pero, ha vuelto a reaccionar y ha besado mi otra mejilla.

Y cuando nos quisimos dar cuenta, ya se había subido al coche y se había ido.

Mi plan era olvidarla.

Pero, ha sido completamente en vano.

Sólo nos hemos acercado aún más de lo que estábamos antes.

Creo que volveré a replantearme esto de querer olvidarla.

Catorce días de pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora