Primera parte... y la última.

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  Al abrir los ojos deseé no haberlo hecho; me encontraba en una jaula de acero situada sobre un pozo de fuego. No podía creer que me encontrara en aquel tribunal. Empecé a sufrir una crisis nerviosa y no pude evitar empezar a gritar.

Me di cuenta que ese tribunal estaba repleto de personas que exclamaban un montón de palabras que no lograba entender. Eso sí, se notaba que ellos se alegraban de tenerme allí.

De repente me fijé en lo que tenía justo en frente de mis ojos. Ahí estaba el juez; matándome con su dolorosa mirada, no podía evitar sentirme cohibida ante tal acción de la autoridad. Me sorprendí al ver a mi mejor amigo en uno de los dos lados del tribunal, pero lo que sí que no me esperaba es verlo en el de la acusación.

Sentía como mi corazón se rompía, toda esa confianza que tenía con aquel joven se rompía como un cristal cayéndose al suelo, en un golpe seco. Las lágrimas empezaron a bajar por mis pálidas mejillas, ¿por qué había hecho eso? ¿Por qué lo había dicho? Dirigí la mirada hacía el otro lado del tribunal, mi defensor me miraba y pude comprender perfectamente lo que decía con sus ojos: "Lo siento, he hecho todo lo que he podido".

Miré el lado de la acusación, el inquisidor que llevaba este juicio se levantó y se situó justamente en medio de la sala, frente a mí y el ardiente pozo.

– Queridos habitantes de esta humilde ciudad. – Anunció el asqueroso caballero mientras extendía sus manos. – ¡El pueblo ha ganado de nuevo! ¡Hemos conseguido atrapar a otra asquerosa bruja! – Volteó a verme y me observó. Su mirada me hacía temblar del odio que contenía. Estaba a punto de ahogarme con mis propias lágrimas. – Lo siento, no queremos seres despreciables como vosotros aquí. ¡Te mereces morir, escoria!

Lentamente la jaula fue acercándose a las llamas, haciendo que no pudiera ni respirar de la ansiedad. Recordé las veces que yo misma me recriminé haber nacido con este "Don". Nunca me planteé hacer daño con mi habilidad, nunca hubiese llegado a hacer nada. Era algo que me guardaba para mí, algo que ocultaba de todo el mundo.

"¿¡Por qué?!" En mi cabeza no paraba de sonar esas palabras, una y otra vez. ¿Por qué tenía que haber sido yo? ¿Por qué tenía que ser precisamente esa clase de "don"?

Notaba como mi piel ardía y como mis lágrimas ya se habían detenido. Nunca había sentido algo parecido, algo tan doloroso. Mis gritos se oían por toda la sala, gritos espeluznantes pero que en vez de entristecer o asustar, entusiasmaban a la multitud. ¿Luego yo era el monstruo? Llegó un punto en que dejé de sentir dolor, cerré los ojos y caí inconsciente. Teniendo presente que esa sería la última vez que pudiera abrir los ojos. Mi último aliento y todo se terminó.

Y todo por culpa de aquello llamado magia, aquello que nunca escogí tener.  


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Bueh, mi primer pasito a lo duro, saliendo de todo lo hermoso y dramático que siempre escribo. Esto lo escribí hace un año... peeeeeeeero creedme que no será lo único. 

Tengo en manos una historia que será realmente un reto en todo su esplendor, juntara tantos géneros en sí que moriré en el intento. Tengo ganas <3

Espero que os haya gustado, no gané el mini concurso pero quedé cuarta, it's something (en el concurso participe con "Querida Lena" también, por si os interesa :3.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2016 ⏰

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