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Todo estaba mal muy mal. Ya no hablabas con nadie que estuviera a tu alrededor. No compartías ninguna emoción.

Te la pasabas llorando, tomando anti depresivos y vomitando alguna que otra vez tomabas algo para el dolor de cabeza y cuerpo.

Se te notaba tu gran pérdida de peso, ya siquiera se te veían ganas de vivir. Lo entiendo tranquila te daré tu espacio.

Yo me estaba haciendo cargo de Noah el estaba con un poco de tristeza, por Paul y dijo que porque no podía hablarte.

La razón por la que este niño tiene más felicidad que tristeza es porque dice que Paul está con Dios.

No todos los niños son así se bellos,  por eso esa tarde dedique tiempo a conocerle mejor.

-Así que Noah cuéntame ¿Cuando es tú cumpleaños? -Empecé preguntando felizmente.
-Mi cumpleaños es el tercer día de Marzo Jan. ¿Y el tuyo? -Pregunta él tiernamente.
-Yo pequeño, cumplo años en Febrero cumplo el noveno día.
-¡Wow! Ya debes de estar vieja- Dice trás unas suaves risas.
-¿Qué dijiste? -Pregunto mientas me pongo de pie para ir al ataque de cosquillas.
-Qué estás vieja Jan-Dice ahora más fuerte.

Sonrió como el wason y me acerco lentamente que Noah mientras empiezo a hacerle cosquillas.

Después de un rato dónde su bella risa inundó mis oídos,  lo suelto. Y así pasamos la tarde.

Hasta que antes de dormirte susurro su oído:
-Te quiero,  pequeño.
-Yo también te quiero, vieja- Dice antes de dormir.

Te Extraño, Amiga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora