Natsu por fin caía en cuenta de lo que era enamorarse de una persona, gracias a Lucy lo sabía, al igual que Juvia que desde siempre habia deseado estar a lado de Gray, ambos tenían a su persona especial y estaban listos para confesarse, pero se llev...
El pelirrosa se encontraba caminando a ciegas en medio de una profunda oscuridad, no había nadie más con el, seguía sin dirección alguna en aquella penumbra.
Risa*
Comenzó a caminar en dirección de donde venia aquella risa, el sabía perfectamente a quien pertenecía; el pelirrosa se detuvo.
-¿Que quieres Natsu?- decía la rubia abazada por Gray y esta correspondiendo el abrazo.
El tono de su voz era frío y cínico, con toques de burla.
-Siempre tan ingenuo y lento Natsu...-
Natsu sólo estaba ahí, sin moverse... completamente estático y cabizbajo.
-Veo que hice lo correcto al elegir a Gray en lugar de a ti, es decir, sólo mira lo mediocre y tonto que te ves ahí parado sin decir o hacer algo-
Una pequeña lágrima había comenzado a recorrer el rostro del mago.
-Esto tiene que ser una maldita broma- pensaba impotente el pelirrosa.
-¿Estas llorando? ¡Que patético!-
El desprecio se podía notar en cada palabra dicha por la maga. Tanto Lucy como Gray habían comenzado a burlarse de Natsu.
-Nat...-
-Tsu-
-Natsu-
-Natsu-san-
Una voz lo llamaba pero no sabía de dónde provenía, sólo podía darse cuenta que era relajante y dulce a la vez.
-Por favor despierte Natsu-san-
El pelirrosa abrió los ojos rápidamente y se sentó de golpe topandose con unos ojos zafiro, estaba a unos cuantos centímetros de la dueña de aquellos ojos...sólo podía contemplarlos.
-J-Juvia cree que Natsu-san esta demasiado cerca-
Al escuchar eso se percató que la dueña de aquella mirada era su compañera se gremio y se alejó rápidamente.
-L-Lo siento...-
Ambos estaban completamente ruborizados por la situación anterior.
Juvia se levantó de la cama aún algo aturdida por aquella situación.
-Wendy ya atendió sus heridas Natsu-san, iré a avisarle a las demás que ya despertó-
-Juvia...¿que me pasó?- se podía notar el alto interés en el rostro del pelirrosa.
-Juvia estaba caminando por la calle cuando va a una persona desmayarse, no supe que era usted Natsu-san, hasta que me acerqué y decidí traerlo a la habitación de Juvia-
El rostro de Juvia había cobrado vida de nuevo, el brillo había regresado a su mirar.
-Juvia...gracias- la mirada de Natsu era completamente sincera y llena de gratitud.
La peliazul sólo le sonrió y salió de la habitación. Al cabo de unos minutos la puerta se abrió dejando ver una cabellera roja y dos azules.
-Nos has tenido muy preocupadas idiota, no sólo a nosotras, al gremio entero- La voz de la pelirroja sonaba llena de molestia, pero su rostro era una claro reflejo de la angustia que sentía.
Estaba a punto de soltar el primer golpe, Natsu sólo estaba esperando con los ojos cerrados el impacto, pero en lugar de eso sintió un par de brazos rodeandolo cálidamente.
-Realmente nos tenías preocupadas... idiota- decía Erza sin interrumpir el abrazo, aquel abrazo era tranquilizador para ambos.
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Wendy no tardó en unirse al abrazo, seguida un poco después por levy.
-¿Por que no entras con las demás?- la maga de agua lucia sería y fría.
-A-aqui estoy bien...- la maga celestial estaba cabizbaja, como si estuviera siendo regañada.
La situación era tensa y muy pesada, no se volvió a decir palabra alguna.
Las horas pasaron rápidamente entre risas de un pelirrosa y sus compañeras de gremio que se encontraban en la habitación con el, a excepción de una maga de agua y una maga celestial que se quedaron fuera en silencio durante todo el tiempo transcurrido.
-Cuidate Natsu...no vuelvas a asustarnos de esa manera- Erza estaba notablemente más tranquila y de mejor humor, salió de la habitación.
-Nos vemos Natsu, recupérate pronto- Dijo Levy con una sonrisa y de igual forma salió de la habitación.
-Hasta luego Natsu, da lo mejor de ti- decía la pequeña Wendy con una sonrisa y finalmente salió del cuarto.
Fuera de la habitación las chicas se despedían de Juvia, Erza se quedó un momento más con la peliazul.
-¿Estas segura de esto? Podría llevarlo a mi habitación o directamente a su casa para evitarte molestias- Sugería tranquilamente la pelirroja.
-A Juvia no le ocasiona ninguna molestia el cuidar de Natsu-san- Juvia estaba tranquila y con una pequeña sonrisa.
Erza asintió relajada y se marchó de ahí. Juvia regreso a la habitación donde se encontraba Natsu, al ingresar pudo notar que el pelirrosa se encontraba acostado observando el techo, pensando...
-¿Le preocupa algo Natsu-san?- preguntaba tímida la peliazul.
-Oh Juvia, no es...no es nada- decir mientras se volvía a sentar.
-Juvia sospecha que es algo relacionado con Lucy- La voz de Juvia era algo juguetona.
En cuanto la maga de agua mencionó aquel nombre, el mago se tenso de una forma exagerada.
Juvia se notaba un poco preocupada por el mago de fuego al ver su reacción.
-Juvia le contara algo que le dijo Erza, tal vez le ayude a usted también Natsu-san-
Gracias por leer el capítulo, espero que les haya gustado, hasta la próxima ;D
