Help me, Junne

¿Puedes ayudarme?

Sólo daba vueltas alrededor de mi cama, ¿En que se había metido? Mentir que ya tenía novia para que la disquera no me rechazara.

La única solución que encontré fue llamar a Junne. Ella me ayudaría. Tomé el teléfono y marqué el número de mi mejor amiga.

A los tres tonos contestó.

—¿Hola?— Dijeron desde la otra línea.

—Hola Junne, soy Lucas. Necesito verte, ¿Podrías venir a mi casa?— Pregunté rezando que aceptara.

—Claro, bien termine la sesión iré. Adios— Dijo y colgó.

Tiré el teléfono en la cama y me dirigí al baño a tomar una ducha. Las gotas de agua caliente relajaban mis músculos y el vapor que emanaba de ellas provocaba niebla a su alrededor.

Salí y me vestí. Revisé la hora y marcaba las una y media de la tarde. Junne normalmente termina la sesión de fotos a las dos de la tarde asì que decidí preparar algo de comer.

Después de treinta minutos la comida estaba servida en la mesa de vidrio con dos copas de vino. El timbre empezó a sonar y corrí a abrirle a Junne.

—Hola— Me saludo con su calida sonrisa de siempre.

—Hola Junne— Dije depositando un beso en su mejilla.

Dí paso a que entrara. La guíe hasta el comedor y la hice sentar en una silla, en frente tenía un plato con canelones y una copa de vino.

—¿Para que querias verme?— Preguntó y miré su perfecto rostro. Ella notó mi nerviosismo y desvió la mirada. Gracias a dios, ella sabía que me ponía más nervioso cuando me miraban fijamente.

—Junne, ¿Quieres ser mi novia?— Dije tan rápido que casi ni se entendió.

—¿Qué?— Conectó sus ojos con los mips en busca de respuesta alguna.

—Necesito que finjas ser mi novia. Verás, en la discográfica me exigieron grabar un disco con una chica y Dayana se ofreció— Tragué saliva y seguí—Entonces dijeron que me vendría bien una relación con alguien de la farándula pero no quiero a Dayana y me iban a obligar pero dije que tenía novia y era famosa. Por eso te necesito— Ella soltó un suspiro.

Junne sabía cuanto odiaba a Dayana. Sabía que fuímos novios y me engañó con mi mejor amigo.

—Acepto Lucas— Tomó mi mano y conecto sus ojos con los míos.

—Gracias Junne— Rodee la mesa y le di un gran abrazo.

Junne es una modelo muy reconocida. Nos conocimos en la primaria, desde ese día somos inseparables. Muchos pensaron que teníamos una relación pero no fué así.

—¿Cuando empezaremos?— Preguntó tomando un sorbo a su copa.

—Mañana mismo— Dije y asintió —¿Quieres ir a la piscina?— Pregunté.

—Claro— Respondió.

Después de comer fuimos cada uno a nuestra habitación, si ella tenía una habitación aqui, a veces viene a quedarse un par de días; en su casa yo también tengo una habitación para mi. Nos vestimos y fuimos al patio trasero.

Ella se desvistio dejando ver su bikini azul francia cubriéndole su trabajado cuerpo.

—A veces creo que me acosas— Dijo haciendo que suelte una risita.

—No digas eso. Jamás te vería de esa manera y lo sabes, eres como una hermana para mi— Dije y la abracé por la espalda.

—Te quiero Lucas— Besó mi mejilla y salió corriendo a tirarse de un clavado a la piscina —¿No vienes?— Corrí y me tire encima de ella provocando que gima de dolor.

—Lo siento— La abracé pero me empujó haciendo que tragara agua.

Pasamos toda la tarde en la piscina hasta que nuestras pieles estaban algo arrugadas por estar tanto tiempo en el agua y salimos.

Nos secamos y cambiamos.

—¿Te quedas a comer?— Pregunté lanzándole una botella de agua.

—Claro— Dije y bebió de su botella.

Me acosté en el sofá y Junne fué a cocinar.

Después de 40 minutos estabamos viendo una película en la sala comiendo pizzas.

Cuando terminamos ya se hacía tarde, así que Junne se despidió de mi y se fué hasta su casa.