I.Las letras quedaban impregnadas en aquel cuaderno marrón que era sujeto con fuerza por unos huesudos y largos dedos blancos, la piel de ese chico era demasiada blanca. Cada palabra, cada letra y cada sentimiento quedaban marcados en esa fina y delgada página. Sus letras quedaban marcadas allí y a la vez estás lo marcaban a él para siempre, nunca se irían.
Los sentimientos que podía plasmar en sólo un pedazo de papel lo hacía quedar sobrecogido. Se preguntaba el como bestias tantos sentimientos, imaginación y relatos podrían caber en tan sólo un simple, viejo y pequeño cuaderno. Eran grandes palabras que entraban en algo tan falto de grandeza.
Una sonrisa se curvo en sus agrietados labios al volver a trazar aquellas palabras que lo hacían sentir vivo. Irónico que relatos sobre el como quitar la vida a alguien lo hicieran sentir así. Pero así era él, cosas que pueden causar la muerte eran unas de las pocas cosas que lo podían hacer querer vivir.
Un toque potente llamando a la puerta lo hizo arrugar el entrecejo y cerrar con fuerza su cuaderno de piel. Le molestaba el que tocaran cuando más inspirado se encontraba, a James le estaban por quebrar los huesos con la tan famosa "destructora". Le tenía algo de aprecio a esa maquina que él mismo diseño para integrarse en sus escritos, después de todo ésta era la que en ocasiones hacia el trabajo sucio.
Tomando con fuerza la manga de su rayada sudadera y bufando se posó al frente de la deteriorada puerta de madera. Dudo en si girar la perilla y hacerle frente a algún miembro de su familia o sólo regresar sus pasos y hacer como si nunca hubiera escuchado los nudillos chocar contra su puerta. Decidió tomar el camino hacia la opción de abrirla, de todas formas dudaba en que dejaran de insistir.
Sus huesudos y largos dedos se impregnaron en la perilla cuando hicieron contacto. Sin esperar más halo de ella, dejando al descubierto a su pequeño hermano. Ese mocojdtú noedso parecía su sombra, sombra que deseaba desapareciera.
Cerró la boca, dando fin a esos extraños sonidos provenientes de su garganta. No le daría el gusto al chiquillo de verlo rabiar por su presencia, todo lo contrario. Curvando una sonrisa plástica se puso de cuclillas, deseoso de estar a la altura de Romeo.
— Gracias Romeo —su lengua recalcó esa palabra, haciendo rabiar al menor. Desde siempre todos saben que su nombre le hace enojar, nunca le ha gustado —. Pero dile a papá que no todo en ésta vida se puede. Por ejemplo, yo aún sigo esperando a que tu Julieta llegue y te lleve consigo, pero como vez hay cosas que no se cumplen.
El pelinegro hizo notar su enojo al hacer sus manos pequeños puños y sonreírle con maldad. El castaño sonrió con diversión, sabía lo que Romeo tramaba. Desde siempre lo ha hecho, su juego ya está gastado y usado. Le da gracia que hasta el día de hoy sus padres sigan cayendo en su juego.
— Le diré a todos que me has empujado y haré que te castiguen.
— Adelante, lo han hecho durante años. Una cosa si te advierto, quizás algún día la destructora dejé de ser una simple fantasía y su primer cliente seas tú. —rió con fuerza cuando el pelinegro salió corriendo despavorido, pudó notar el miedo en su mirada. Lo único bueno de que su "madre" haya leído algunos de sus escritos sin su autorización es que ahora podía asustar con estos a su "familia".Al menos hoy se salvaría de los golpes y otro aburrido e estúpido discurso.
Cuando reguló su respiración dio una última sonrisa hacía su odiosa hermana que había estado espiando todo el tiempo , la cual se sorprendió al quedar al descubierto, y se giró dispuesto a encerrarse lo que restaba del día en su descuidada habitación, pero una voz se lo impidió. Pero ésta no era irritante, era cantarina y hacía notar su alegría.
— ¡Tu Julieta te espera Romeo! ¡Tu Julieta te espera Romeo! ¡Tu Julieta te espera Romeo! ¡Que te lleve consigo Romeo! ¡Que te lleve consigo Romeo! ¡Que te lleve consigo Romeo! —una risa sincera, sin filtro ni malas intenciones, salió de su garganta.
De nuevo su querido amigo se ponía de su lado, cosa que agradecía. Volvió sus pasos al jardín que se encontraba a la derecha. Dio vuelta y se encontró con un estrecho pasillo pintado de blanco. Sus pies volvieron a hacer su trabajo y en poco tiempo ya se encontraba frente a la puerta que daba hacía el jardín. Sin esperar giró la perilla, al momento de abrirla un potente viento se azoto contra sus ropas y rostro.
Respiró profundo, deseando que ese frío viento que ahora le cobijaba se quedara impregnado en él, que no lo abandonara. Pero la realidad llegó de golpe al mismo tiempo que el viento hacía su camino y dejaba a su compañero con algo de melancolía. Estaban en días de demasiada calor, así que siempre se estaba en busca de algo refrescante.
Dejando la decepción que el viento dejó él chico retomó su camino en busca de su colorido amigo. Su vista se paseaba por todo el jardín. Rosas, girasoles, orquídeas, jazmines, margaritas, violetas y más tipos de flores eran las que engalanaban los ojos de el castaño. Podría jurar que su mirada se encontraba iluminada, las flores y plantas desde siempre han sido algo que le fascina. Y está orgulloso de parlotear que la razón por la cual su familia disfruta de un bello y colorido jardín es gracias a él. Si el jardín estuviera hecho un desastre, sin vida, en ese caso deberían de agradecer a toda su "querida" familia.
Lástima que disfrutara tanto del exterior como para que le obligaran a vivir con muy pocos conocimientos sobre el. Hoy estaba de suerte, era día libre. Por lo tanto podría salir al exterior. Con exterior se refería a salir de su habitación y al jardín. Eran tan hijos de puta que ni siquiera lo dejaban pisar la calle.
Sus revueltos pensamientos sobre lo bello de las flores y el odio hacía su familia se vio interrumpido al encontrar en una jaula negra a su colorido amigo.
Sin poder soportarlo se hecho a correr hacía él, no podía evitar el que sus ojos se cristalizaran. Sentía que un dolor, pero a la vez una inmensa felicidad, se adueñaban de su corazón. Le dolía el que ni siquiera le permitieran ver a su único amigo, pero le hacía feliz el por fin poder verlo. Era como estar roto pero querer coserse a si mismo, cosa que cada vez se le hacía más difícil. Resulta que le habían quitado todos los medios, no había hilo con que coser. Sólo le habían arrojado cientos de agujas, él las necesitaba para unir las piezas rotas, ellos deseaban que el filo de esas agujas le hicieran daño hasta desangrarse, hasta que no quedara nada de él.
— ¡Ni siquiera te quiere tu Julieta! ¡Ni siquiera te quiere tu Julieta! ¡Ni siquiera te quiere tu Julieta! —rió y sollozo a la vez, fue una extraña combinación. Pero no le importaba, ahora sólo quería acariciar a esa ave parlanchina.
Y así fue. Ni siquiera había terminado de llegar cuando ya se encontraba abriendo la jaula en la que se encontraba Tom, ese gracioso loro. Todavia recuerda la primera ves que sus pequeños y cristalinos ojos se posaron en él. Recuerda muy bien ese día, digo tú jamás olvidarías el día en el que conociste a tu mejor amigo, y más si es el único ¿cierto?
Fue cuando comenzaron los golpes, cuando las primeras lagrimas fueron derramadas hasta rodar por sus regordetas mejillas. Fue cuando comenzó a vivir el infierno en vida. Pero esa es otra historia que pueda o no ser contada, pues Eizen no está dispuesto a dejarnos ir más allá. Quizás algún día, o quizás no.
Con lagrimas resbalando por sus pálidas mejillas y el corazón doliéndole más de lo normal pronuncio unas palabras que podría asegurar le dolió hasta a él propio Tom.
— Ellos creen que me destruirán, lo que no saben es que me rompí hace mucho tiempo. —un sonrisa llena de dolor y amargura se asomó en sus labios—. Pero no dejare que ellos se enteren, no pueden saber que hace mucho ganaron la batalla. Deben seguir creyendo que aún están en guerra. A veces es necesario disfrazar las debilidades de fortalezas si no quieres que tu contrincante de el golpe que defina al ganador, el cual claramente no seré yo. A veces hay que hacerlos creer en algo que no existe, como mis fortalezas.
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Este capítulo lo escribí a prisas, por lo cual quizás este algo aburrido y me disculpo por eso. Pero pronto se pondrá interesante ¡gracias si me haz leído! ❤️
Los errores ortográficos y gramaticales los estaré corrigiendo semanalmente.
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El circo de los fenómenos ©
Mystery / Thriller¿Cómo alguien con Cacofobia podría laborear en un lugar dónde sus compañeros de trabajo no son muy agradables a la vista? Pero aún peor ¿Cómo alguien que no cree en nada sobrenatural podría asimilar el que sus compañeros de trabajo no son humanos pr...