Relato 8: Una salida distinta

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Esto más que un relato, es una anécdota. Una anécdota de la que no puedo evitar reírme y sonreír, cada vez que la recuerdo.

Esto paso en septiembre del 2013, si no mal recuerdo, el 21, que fue sábado. Irónico, ¿no? El día de la primavera, un sábado.

Bueno, yo hacía unas cuantas semanas, había vivido lo que conté en el relato 5, por lo que estaba en pleno auto descubrimiento de mí mismo y todo eso que ya conté.

Y como seguramente muchísimos, quede algo enganchado con los de los furrys (ya saben, el yiff, para que negarlo y poner cara de ángel).

Pero bueno, el punto es que, estaba medio si y medio no con todo eso hasta que vi que, en ese mes (como todos los meses), hacían una furmeet, que es como una juntada de los que les gusta el furry.

Como ya saben la mayoría, yo soy tímido por naturaleza y aunque veía con buenos ojos esta salida, como para despejarme de esas semanas agobiantes, tenía mucho temor y vergüenza.

Jamás me había animado a ir yo solo, a un lugar lejos (Parque Centenario no es lejos, es hora y media de viaje, pero tenía 15 y eso era mucho, sobre todo sin mi familia cerca). Y aún más con gente que no conocía.

Era un enorme riesgo, sobre todo para un chico de 15 años como yo, más desorientado y confundido como nunca. Ir a un lugar que solo había ido una sola vez en mi vida, hace muchos años.

Por tantas cosas adversas y sobre todo porque no estaba obligado ir bajo ningún termino, decidí lanzarme e ir. Contra todo pronóstico.

Fue algo complicado convencer a mis papás de dejarme ir un sábado hasta allá, toda la tarde, sin conocer nada de nada ni entender a qué iba siquiera.

Por lo que tuve que explicarles lo que era el furry. Dios, ahora que lo recuerdo un poco, recuerdo habérselos repetido varias veces y ellos poniendo caras de "¿Qué carajo es eso?".

Sin embargo, como yo soy alguien que no salgo mucho, mi mamá vio con buenos ojos que salga a hacer algo y me dejo que vaya. Y eso hice.

Llegué hasta Parque Centenario que, para ese entonces, me parecía enorme (ahora no jajaja, está al frente de mi universidad y lo veo todos los días) y empecé a buscar con la mirada a gente reunida.

Busque y busque y busque, dando vueltas por todos lados, rodeando la plaza muchas veces y no encontraba nada.

Hasta que, casi a punto de irme, encontré un pequeño grupo en unos asientos, charlando. No eran más de 5, si mal no recuerdo.

Me acerque tímidamente y pregunte, casi con miedo, si eran los de la furmeet y una chica me dijo que sí y me recibieron, saludándome.

Era todo muy extraño y muy repentino para mí. Un montón de desconocidos, saludándome y más.

Había un par que tenían fursuit y otros que tenían solo la cabeza de ella o las patas, como dicen. Al principio, quede impresionado de ver uno, en persona, pero al segundo, me acostumbre a verlos con eso.

Yo soy de esas raras personas que es muy, muy tímida al principio, pero cuando me siento en un ambiente bueno y aceptable, me empiezo a soltar, poco a poco, hasta prácticamente, ser alguien muy diferente a lo normal. Hablador, relajado, confianzudo. Me destapo, podría decirse.

Así paso con esto, bueno maso menos. Pero por lo menos, ya me sentía mucho mejor que antes, que había superado esa fuerte timidez del principio.

Empezamos a charlar, no recuerdo de que, hasta que decidimos ir a caminar.

Ese momento si fue algo incómodo porque la gente miraba a los que llevaban puesto fursuits y demás relacionado a los furrys. Y estar con ellos, significaba que formabas parte de ello, en cierta forma.

Y no sé, sentía que la gente nos miraba y pensaba: "Dios, estos locos, ¿Qué carajo?". Me sentía muy raro ahí, sobre todo porque, los fines de semana, hay feria y están los vendedores y aún más, las personas que van tranquilos a comprar.

Por suerte, ese día no había demasiada gente en la feria. Supongo porque era día de la primavera y muchos la pasaban en mejores lugares que este.

Pero bueno, el punto es que paseábamos en medio de la feria, que rodea toda la plaza, con los negocios al lado del otro, hasta completar el circulo de la plaza.

Pero si hay algo que no olvido fue algo que me compre ese día y todavía lo tengo hasta hoy. Y es como una especie de porta cosas, no estoy muy seguro, pero que tenía la cara de Gomamon.

Yo juro que, cuando lo vi, me quedé como OMG. En ese momento, Gomamon era de mis Digimons, aún hoy y verlo en algo así, por casualidad, me dije: "Lo quiero y será mío".

Y eso hice. Por suerte, tenía plata y no dude más. Lo compré y todavía lo tengo conmigo (les mostraré la foto, por si no me creen).

Incluso recuerdo que, una chica, con una cabeza del fursuit, lo vio y lo descubrió conmigo y yo fui, por suerte, más rápido que ella, porque apenas me lo dan, ella me dice que se apena mucho porque ella también lo quería.

Por desgracia, seguimos viendo los negocios y no vimos nada parecido a esto. Una lástima.

Y seguimos caminando con el resto. Tengo que admitir. Me sentía raro, como un "loco" más con ellos, pero, aunque me incomodaba un poco la mirada de los demás, me sentía relajado y más bien, me reía ante alguna tontería que hacían los otros.

Después de toda esta caminata, todos juntos, que al final llegamos a ser como 15 personas maso menos, nos fuimos caminando hasta un Burgen King, que estaba a pocas cuadras de la plaza.

Y ahí empezamos a comer todos tranquilos, con la gente todavía viéndonos. Y también recuerdo que nos tomamos fotos, de todos juntos.

Por supuesto, en todo ese grupo, yo era el más joven.

Con el pasar del tiempo, varios se fueron yendo y luego, me fui yo también con algunos que se iban en Subte.

Hasta que, en una estación se bajan ellos y quedo yo solo y tras llegar a mi estación, me tomo el colectivo y regreso a casa.

Esto si es algo que nadie, nadie sabe y quería contarlo porque es una anécdota como para pensarlo, imaginárselo y reírse, porque la situación fue algo bizarra por momentos, pero sin duda, para no olvidarlo porque fue divertido, además del coso de Gomamon que siempre, al verlo, me hace recordar este día.

Una salida que, lamentablemente, no pude volver a repetir el mes siguiente, hasta hoy. Pero si, no olvidaré por ser de mis primeras salidas que voy yo solo y por lo menos, tengo algo para recordarlo.

Una salida que no se parece en nada a ninguna que haya hecho antes, aún hasta hoy.

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