Un lindo auto rojo cereza pasó frente a la gran ventana de su habitación, el niño abrió sus ojos, dentro del auto se podían distinguir tres figuras, el conductor y dos pasajeros, una mujer y un niño.
– ¡NamJoon!
Gritó su compañero de cuarto haciendo que el nombrado dejara de observar por la ventana.
– ¿Qué pasa?
Preguntó mirando al chico de más edad, mientras éste atareado ataba los cordones del menor.
– Eso me pregunto yo, ¿qué es lo que llama tu atención allí afuera?
– Un auto.
– Por aquí no pasan autos.
– ¿Qué es eso, entonces?
Señaló al auto rojo estacionado frente al gran portón de la escuela.
– Pues un auto... Vamos, despierta a los demás.
Apuró al niño, empujándolo levemente al interior de la habitación.