La navidad había llegado y esa noche toda mi familia se reunió en casa, también la de Maya. Ella aun no llegaba porque tenía algunas cosas que hacer en la galería ese día. Era la primera vez que mi tío y su ex novia que ahora es mi novia se veían después de su rompimiento. La realidad no sabía que tan al tanto estaban mis abuelos y tíos de mi relación con la rubia.
Mi madre había cocinado un plato frio de verduras, con carne estofada y puré de papas. Los mayores acompañaban sus conversaciones con vino, Auggie tomaba jugo y mi tío y yo tomábamos una cerveza, aprovechando que ya tengo edad para beber. Ambos sosteníamos una conversación sobre la universidad, su nuevo trabajo en la gran manzana, las chicas que se le insinuaban, algunos chicos también. Me pregunto cómo estaba mi vida, si había algún chico que me gustará, o si ya estaba con alguien, eso me confirmo que lo mío con mi mejor amiga no había llegado a sus oídos, hasta que mi hermano hablo.
- Claro que tiene a alguien, siempre ha sido así –
- Auggie – Le llame la atención
- Ah sí, ¿Quién es ese alguien?, vamos Riles, soy tu tío favorito, cuéntame – Choco su hombro contra el mío en gesto de confidente, yo empecé a sonreír nerviosa.
- Buenas noches familia, estoy en casa - Saludo la rubia desde la puerta, su mirada recorrió el lugar encontrándose con la mía y luego con Josh. Mi tío levanto su mano en claro saludo. Su rostro cambio.
Maya había adquirido una particular forma de mirarme estos días, siempre sus ojos estaban sobre mi cada vez que había una reunión, seguía todo mis movimientos y no disimulada en nada, algunas veces mi padre se interponía en su camino y ella simplemente se limitaba a beber un poco de vino. Cuando mi madre nos llamó al comedor para cenar, la rubia se sentó a mi lado y tomo mi mano por debajo de la mesa para que nadie nos viera, no rechace esta acción porque me hacía falta su contacto. Nos miramos varias veces, pero ella también compartió ciertas miradas con mi tío más joven, la sonrisa de él era coqueta, la de ella entre coqueta e incómoda. Lo reconozco tengo celos.
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- ¿Qué hacemos aquí? – Me pregunto Maya, cuando entramos a mi cuarto.
- Nada, solo quería estar contigo a solas – Le dije sentándome en mi cama.
- Solo eso – Me dijo mientras se acercaba a mi lentamente, mordiéndose el labio – En este momento no solo me conformo con estar junto a ti – Llevo su mano para acomodarme un mechón de cabello detrás de la oreja y con la otra tomo mi mentón para que la mirara, se saboreó y me dio un tierno beso. Mientras nos besábamos subió sus piernas a la cama ubicándose a horcajadas sobre mí.
No sé cuantos minutos estuvimos así, porque alguien fue a buscarnos y para nuestra mala suerte nos encontró en esta pose tan comprometedora. Rogué que no fuera mi padre o mi madre o los padres de ella o uno de mis abuelos. Nos dimos cuenta de esto cuando sentimos que cerraron la puerta y nos separamos muy agitadas, tanto por el susto como por lo acalorado que era nuestro beso.
Bajamos a la sala donde todos estaban, y ninguno de ellos nos miraba raro, incluso mis padres nos sonrieron desde lejos. Ambas nos separamos y seguimos compartiendo como si nada hubiera pasado. Maya hablaba con sus padres y yo estaba con mis abuelos, mientras llegaba la media noche. Donde nos repartiríamos los regalos que compramos para cada uno de los presentes.
- Ya sé quién fue a buscarnos – Me dijo mi novia al momento de sentarse a mi lado, la repartición de regalos iba a empezar.
- ¿Quién? – Le pregunte muy asustada.
- Josh –
- ¿Cómo lo sabes? –
- Él me lo dijo, cuando cruzamos un par de palabras hace unos minutos – Yo me atreví a mirarlo, pero el solo levanto su copa y me sonrió.
- Pero él esta normal, no veo ninguna reacción acorde a lo que vio a menos que – Mire a Maya y ella frunció sus labios y subió sus hombros – Él lo sabía –
- Creó que se lo imaginaba y ahora lo acaba de confirmar –
- Maya – Su madre Katy la había llamado, ella se levantó para ir donde estaba su mamá – Sé que durante mucho tiempo no pude darte muchas cosas y ahora, creo que ya tienes todo, esto tal vez no haga la diferencia, pero esperó que lo disfrutes –
La caja era mediana, la rubia más pequeña sonreía mientras destapaba el regalo, de allí saco una cámara de aspecto antiguo.
- Mamá es hermosa, es una Carl Zeiss Jena Werramat del 1961 – Ella fue y abrazó muy fuerte a su madre, sé que ella apreciará mucho ese regalo.
- En historia no sabías nada, pero te sacan una cámara y sabes hasta de que año es – Rezongo mi padre, mi novia solo sonrío arrugando su nariz, adoro ese gesto.
La entrega de regalos fue un éxito, desde suéteres, vestidos y zapatos, hasta un oso nuevo por parte de Auggie, pero de Maya no recibí nada, mientras que los demás si recibieron. Y yo no deje de darle mi regalo a pesar de estar indignada, un reloj de bolsillo de "Alicia En El País De Las Maravillas", eso le regale. Todos habían recibido sus regalos y la hora de irse estaba llegando, hasta que mi tío se sentó a mi lado, provocando en mí, un ataque de pánico.
- Tranquila Riles, no era mi intención encontrarlas de esa forma, me pidieron que las llamara, y sabes cómo somos los Matthews, no tocamos –
- Josh yo – Intente hablar pero él me detuvo.
- Una parte de mí se lo imagino, siempre lo hemos sabido, todos – Creó que vio una cara de pánico en mi porque empezó a reír – Si, hasta tus abuelos lo saben –
- Somos tan obvias –
- Ella es muy obvia y tú eres un pequeño cervatillo asustado frente a su mirada – río nuevamente – Son muy lindas, ¿Van a estar bien? –
- Ya sabes lo que pasó –
- Si, Maya me lo conto – Suspire muy hondo – Es complicado, pero deberías verlo desde otra perspectiva –
- A que te refieres –
- Deberías verlo, desde el punto de vista de Maya – Josh me abrazo y me dio un beso en la cabeza. Con estas palabras me abandono para reunirse con su hermano.
Verlo desde el punto de vista de Maya... Esas palabras rondaron mi cabeza durante los dos días siguientes y trate de verme en la misma situación que ella, recordé las veces que deje plantado a Lucas por salir a su rescate, cada vez que ella me necesitaba yo estaba ahí dejando lo demás a un lado. Fue entonces cuando una parte de mi empezó a pensar que si Maya hubiera actuado como yo actué esa noche, tal vez hubiera reaccionado así. Definitivamente me hubiera dejado llevar.
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