Me enfoque en cierta persona, muy peculiar por su puesto, tenía de cierta manera algo que me cautivaba y me hacía presa de él, algo que robaba mi atención, que hiciera piruetas en mi corazón. Pero vaya esa sensación era agradable, sutilmente caótica mil veces fascinante.
Mis torpes ojos se perdían en su mirada y no hacía más que hundirme en ellos, me llevaban a otro universo, era tan maravilloso encontrarme en aquel atenuante color marrón, la verdad jamás había encontrado tanto esplendor en su mirada.
Después de observar fijamente encontré cierto matiz negro, cierta incandescencia que me permitía sentir todo él dolor que en sus ojos guardaba. Nunca sentí tal impotencia de no poder ayudarlo, de no saber si llorar o solo dejarme llevar...
Existen diversas maneras de saber cuan triste está una persona, pero él lo reflejaba y solamente me perdí en su mirada, dejé que me desplegara en aquel vació conjuntivo que aturdía mi pensar, tengo la certeza de haber encontrado los ojos más bellos y los más tristes, los ojos más brillantes y los más opacos, los ojos más sonrientes.
Pero sobre todo los ojos más felices aunque no lo parecía...
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Vacios del alma
RandomPequeños fragmentos de un alma acongojada, devastada en el dolor y aveces sumergida en el olvido.