Vacios del alma

Moría por dentro

Muchas veces quise convencerme de que el solo era una casualidad muy efímera por supuesto, cada vez que lo miraba, cada pequeña y tan vana vez que lograba una mirada de él, mi alma se quebrantaba hasta lograr convencerla de tal problema en la que estaba enredada.

Hoy como todas las noches le sigo añorando de una manera sobrenatural, tan monstruosamente subliminal, no encuentro palabras más videntes que decirle un Te Quiero, o un extraño, me siento absurda al no tenerle pero estoy satisfecha con tan solo verlo, el aura de cada mañana, de un nuevo día, de saberlo vivo y feliz es lo que me motiva a vivir y a esperar como siempre un momento más de los muchos que quedaron inconclusos, a la intemperie por decir.

Fue tan corto el tiempo que te conocí, pero a la vez tan preciado para mí, aunque sé para ti solo un momento más. De nuevo recurro a ésta mi manera de escribirte y sentirte en mi, la única forma de sentirme viva y sobre todo de quererte sin ningún reproche, de nuevo te soñé y no sabes lo feliz que fui, de nuevo susurré él no es para ti...

De saber que era la última vez, te hubiese abrazado un poquito más...

Ahora solo muero un poco cada día, pero tu sonrisa cura mi herida...