Mensajes

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El cielo estaba oscuro, las nubes no permitían que ningún rayo de sol llegase a ninguna parte, siquiera donde eran más necesitados. Las pequeñas gotas de rocío caían sin cesar, anunciaban que quizá en unas horas la tormenta sería el único problema del que preocuparse, siquiera las notas, siquiera las tardanzas. Pero aún así, había un chico que iría en contra de todo eso, dando importancia a cosas pequeñas y sin valor a comparación del resto, un chico que irónicamente llegaba tarde al colegio,
a pesar de haber corrido desde su hogar. El pelirrojo subió las escaleras del gran establecimiento en busca de su sangre, o lo más parecido a eso que tenía. Cerró el paraguas empapado que traía, lo había hecho apenas llegar a la puerta, puesto que este lugar carecía de un techo que le protegiese. Toc toc, dos golpes secos en la fría madera, para su suerte una profesora respondió al llamado, reconociendo al estudiante rápidamente. -— Sullivan, ¿Necesita algo? — Preguntó de una forma amable, obteniendo como respuesta una acción por parte del nombrado. — Vengo a darle esto a mi hermano — Sacó un libro de su bolso, asomándose a la sala para asegurarse de que el albino estuviese presente, y para su suerte fue así. La mujer llamó su nombre, se vio obligado a ponerse de pie y caminar hasta donde ambos adultos, o uno y medio. Como era de esperarse, él extendió sus manos para recibir lo suyo, obteniendo un libro y un móvil. —No vuelvas a olvidarlo. — El menor solo asintió con su cabeza y plantó un beso en la mejilla de su medio hermano en forma de saludo.
Estos eran días normales, siempre llegaba tarde, siempre su hermano olvidaba algo, siempre estaba aburrido...Mentiría si dijese que había hecho algo respecto a la escuela en ese día, su cabeza estaba en otro lado, con mensajes indescifrables de cierta persona.
Finalmente su turno acabó, ya era hora de marcharse y una gran tormenta se avecinaba. Extendió el paraguas y tras caminar apenas unas calles escuchó el llamado de una voz familiar. — ¡Alex, espérame! — Gritó una rubia empapada, al parecer el descuido era normal en ella. Apenas le alcanzó se detuvo a escurrir su ropa y cabello, el cual se había despeinado por completo. — No digas ni una palabra. — Ordenó en un tono mandón mientras continuaba secándose, Alex solo la observaba y aguantaba la risa, al fin le ocurría algo bueno en el día.
Caminaron lo que restaba juntos, tratando de resguadarse mientras charlaban respecto a un tema que era considerado serio para el muchacho. — …Te lo juro, nunca imaginé que nos llevaríamos tan bien. — Dijo y elevó la vista al notar que ya estaban en la parada de autobús, tratando de asegurarse de que el que solía tomar no haya partido ya.  —Yo lo sabía, ambos creían que el otro le odiaba, hehe. — respondió y esperó, quería que su amigo le enseñase los mensajes que había compartido con cierta persona la noche anterior.
Él dudaba si enseñarle lo que pedía, más que nada era porque siquiera sabía que se trataba del mismo niño con él cual casi se matan a golpes de pequeños, no quería que le odiase, quería empezar de nuevo y ésta parecía la única forma. Dijo su nombre, si, pero no le mostró fotos suyas, siquiera contó hechos importantes en su vida.
Pero aún así él tenía sus excusas, podía decir que no,  debido a que muchas cosas privadas de ambos estaban en la conversación, cosas que siquiera Amy sabía de ellos, y que lo mejor sería que solo viese ciertos mensajes.
— ¿Y? Dijiste que me enseñarías. — Tras oír eso hizo los ojos en blanco y saco el celular, causando una risita por parte de ambos. — Hay cosas que no puedes leer. — Dijo y empezó a borrar mensajes uno por uno. — ¿Ahh? Pero si los conozco demasiado, sé todo sobre ustedes. — Oh, si tuviese idea.
Debido a que ella seguía quejándose y suplicando, Alex se cansó y finalmente borró todo, o más bien lo "archivó"*.— Vaya, se resbaló mi dedo. — Se burló. — ¡Que malo eres! — Respondió Amy. — de todas formas lo veré pronto — Continuó — Así que leere tooooodo quieras o no. — dijo con seguridad sin saber que su compañero estaba sorprendido por sus palabras.
¿Lo verá?

Tras una despedida corta el primero en llegar se marchó en el autobús que le dejaría cerca de su hogar, debido a la gran distancia entre éste y el de su amiga, debían tomar vehículos públicos realmente distintos.
El viaje fue pesado, para que negarlo. Cuando al fin hubo un asiento libre lo tomó, se colocó unos auriculares y se dejó llevar por la música que adoraba, aunque no era el único que disfrutaba de esta banda, aquel chico también lo hacía .
No podía evitarlo, todo le recordaba a su amigo "virtual", y a pesar de que no estuviese en condiciones de verle aún, envidiaba de sobremanera a la rubia. Ella podía hablarle cuando quería, si tenía que comerse dos turnos en la escuela al menos lo tendría cerca, si querían salir lo hacían, si querían hablar de mensajeaban, era todo lo contrario a su relación, moría de celos.
Bajó del autobús a tiempo, lo bueno era que éste le dejaba solo a dos calles de su hogar, le tocaba caminar poco.
Apenas llegó a la esquina de su calle su celular sonó, el internet alcanzaba el aparato y los mensajes venían en avalanchas.
No esperó, corrió a la casa y revisó lo que había llegado

Un mensaje de Fredrick, como era de esperarse.

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Gracias por leer, he de decir que los capítulos tardarán un tiempo en sobrepasar las 2000 palabras, cosa que era fácil de lograr antes, mas he cambiado tanto la historia que es difícil hacer algo extenso nada más empezar.

Archivar: Según entendemos, es una forma de ocultar mensajes sin la necesidad de borrarlos por completo, aunque ésta función no está disponible en todos los métodos virtuales de comunicación.

Adiós, gracias por entender.

~Buscando el final feliz~ [FNAF-Frexy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora