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Tocaban mi puerta. Golpes débiles pero ruidosos azotaban la madera y causaron que despertara. Con una ceguera leve al encender la luz vagué hasta ella y la abrí. Mi pequeña hermana estaba sentada en el suelo con una mano sobre su pecho, de inmediato reaccioné.

Dess: Cait, ¿que pasa?

Caitlyn: N-no...pu-puedo... -inhalaba con dificultad

Dess: ¿Y tu respirador? 

Caitlyn: No lo...encuentro -corro a su habitación a buscarlo pero nada, escuchoun grito ahogado y regreso- ¡duele! -gruñe tomando su cabeza, la cargo en mis brazos, le pongo una manta encima y salgo a la calle. Camino entre la oscuridad en busca de un taxi, cuando lo hallé subimos a el y arribamos el hospital

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-¿Donde esta? -pregunta mi madre alterada. Hace un rato la había llamado para que junto con mi padre volviesen del trabajo, señalo la habitación frente a mi y se apresura a entrar. Tiempo después un doctor nos informa que la han estabilizado y se encuentra bien. Mamá me hace volver a casa con mi padre pues es media noche y mañana tengo deberes.

Leo: Al menos te  hubieras bañado 

Dess: Ya te dije que no alcancé -digo algo exaltada. Además de no poder dormir del todo bien me desperté tarde y tuve escasos diez minutos para llegar al instituto

Leo: Bueno -se acercó y me olfateo cual can- apestas, pero de lejos no se nota

Dess: ¡Oye! -lo golpeo en el hombro y hago un pequeño puchero, ríe y sacude mi desordenado flequillo

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Mae: ¿Crees que llegue la profesora?

Dess: -niego- y la prefecta tampoco

Mae: Vayámonos

Dess: Faltan cincuenta minutos, aguarda -bufa

Mae: Moriré de aburrimiento

Dess: Has tu tarea -señalo mi cuaderno

Mae: ¡¿Que haces?! ¡No! -desliza la libreta por el pupitre con cierta fuerza haciendo que esta cayera y la siguiera con la mirada

Dess: Mae...

Mae: Dess... -ruedo los ojos y suspiro

Dess: ¿Sabes al menos como salir? -sonríe y toma su mochila, guardo las cosas y hago lo mismo. Abre la ventana del aula que da al estacionamiento y lanza ambas

Mae: Bien, ahora tu -giro mi cabeza velozmente 

Dess: ¡¿Que?! ¡No voy a brincar! ¡¿Estas loa?!

Mae: Shhh -aprieto mi mandíbula- don Jaime bloquea la puerta, no podemos salir por ahí

Dess: ¡¿Pero si podemos aventarnos del quinto piso?!

Mae: ¿Tienes otra opción?

Dess: Si, quedarnos -di media vuelta para avanzar pero su mano sujetando mi brazo me lo impidió 

Mae: No, no seas linda y responsable ahora -alzo una ceja- las mochilas ya estan afuera... -sabía que era verdad, teníamos que salir si o si

Dess: Esta bien -suspire- pero no me lanzaré pensando que puedo volar

Mae: Obvio no -me arrastro hasta el borde de la ventana- usaremos eso -señalo un colgador donde don Gerardo se encargaba de limpiar todos los vidrios, con una mirada sobre mi hombro para verificar que nadie estuviese observándonos atravesé el orificio en la pared sosteniéndome de los cables de semejante transporte, tuve que dar un salto para tocarlo por completo y luego Mae repitió el proceso con un poco de dificultad debido a su baja estatura

Dess: ¿Y ahora? 

Mae: Hay que -toma los cables- hacer que esto se mueva -fue jalándolos, de repente gruño 

Dess: ¿Que?

Mae: Se atoro -jalaba las tiras de metal con agresividad

Dess: ¡Con cuidado!

Mae: ¡Lo estoy haciendo con cuidado! -un chasquido se escucho y una pieza salió disparada, ambas nos vimos alarmadas. El cable del lado derecho se reventó y el colgador se inclinó, sostuve a mi amiga fuerte de un brazo mientras ella lo hacia consigo misma sujetándose de uno de los tubos, bajamos bruscamente un piso, y luego a toda velocidad. Íbamos descendiendo , gritabamos y gritabamos de miedo sin cesar, al tocar el duro cemento rebotamos y caímos de boca en la banqueta

-Señoritas -alzamos nuestra vista y unos zapatos negros, muy finos y bien boleados estaban frente a nuestras narices- Levántense por favor -lo hicimos, comencé a sentir un dolor en mi ante brazo derecho, lo revisé y tenía una raspadura, una línea recta. Lancé una mirada rápida a mi costado y Mae sostenía su mano con fuerza, fruncí mi ceño y me pegué más a ella.

Dess: ¿Estas bien? -niega

-A mi oficina -replicá el hombre con un tono muy serio. Cuando por fin dan el toque indicando que las clases han acabado nos envían a la enfermería a que nos revisasen. Recibí un ungüento para calmar el ardor. Mae debido a que su muñeca rozo de alguna manera con una piedra, le dejo una leve abertura, le limpiaron la herida y le vendaron

Dess: ¿Le dirás a tu madre? -niega- ¿entonces? -se toma unos minutos para pensar, chasquea su dedo 

Mae: ¡Ya se! ¡Mis hermanos! -río

Dess: Es lo bueno de ser la menor -asiente con una sonrisa- yo veré si puedo traer a mi tía

Mae: ¿Tu tía Brenda? -vuelvo a reír y asiento

Dess: Es mi único familiar aquí

Mae: Puedo prestarte a Evan, es buen actor

Dess: ¿Crees que quiera? 

Mae: Seguro, me la debe. Además -golpea ligeramente mi brazo- se interesa en ti -ruedo los ojos 

Dess:  Si aja

Mae: ¡Oh bozhe moy! No lo niegues

Dess: Acepto tu propuesta, gracias -digo evadiendo el tema- a propósito, las clases de ruso han servido 

SOLO UNA CHICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora