Dentro de mi lado soñador y terco me sorprendí poniendole nombre a las mariposas oxidadas en mis costillas.
Lancé un puñado de cenizas al sitio donde nacen las olas mas inofensivas y me eché a reír para justificar mis lágrimas.
Y vi como la tierra empezó a tragarse al olvido, llenando el momento de recuerdos torpes y moribundos.
Sellé el momento para ponerle nombre. Eso se llamaba soledad.(Foto multimedia original)
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Sin Cuenta Atrás
PoetryEl cero es el punto final, es tocar fondo en cualquier cuenta atrás Si llegaste al cero Ya no hay más cuenta atrás.