Cap. 2: "La sorpresa"

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Definitivamente no pude haber tenido peor semana. Es increíble pero me siento sofocada ya de lo mismo.

Resulta que ayer Jueves, Thiago me tenía que decir algo, pero... ¿Saben qué? El muy genio se olvidó de decirme donde y cuando. Cuestión que los Jueves tenemos Gimnasia en el Colegio, y como el es mi compañero, lo ví ahí, junto a Lorenzo, que es alto potro también... lástima que no me dé ni la hora.

Al entrar a la clase, me dirigi a donde estaban las tribunas y me senté junto a Zoe y Mai. Lore no había llegado todavía, pero me parece que se durmió o no puso la alarma.

Dos minutos después entró el profesor Gutiérrez, con un humor por el piso.

—¡¡BUENAS TARDES ALUMNOS!!— Su grito fue tan fuerte que me dió hasta un poco de miedo.

—¡HOY NO VAN A TENER TIEMPO NI SIQUIERA DE SENTARSE A DESCANSAR!–. Mientras decía esto no se podía escuchar nada más que las palabras del profesor que retumbaban con el eco producido por el gimnasio que es totalmente cerrado con apenas unas cinco ventanas y la intriga mezclada a preocupación que teníamos todos mientras lo observabamos.

—Ahora, ¡MUEVAN ESOS TRASEROS DE AHÍ Y DENME 15 VUELTAS A TODA LA CANCHA!—.

Todos bajamos de las tribunas y nos pusimos a trotar al rededor de la cancha. Quede destrozada, peor incluso porque soy pésima en deportes. Luego de media hora, después de que el profe nos hizo hacer 100 abdominales y 50 sentadillas, como que se calmó y nos dió un descanso de 10 minutos. Yo me puse a tomar agua como una total deshidratada, aparte de que es 11 de Noviembre y hacen como 33°.

Mientras respiraba y me secaba el sudor, escuché una voz familiar, que me tomaba por el hombro.

—Hola Paly...—. Me di la vuelta y noté que era Thiago.

—Hola Thy—. Respondí cortante.

—¿Te acordás que te tenía que decir algo?—. Dijo Thiago nervioso.

—Si, ¿qué sucede?—. Nuevamente, respondí cortante.

—Bueno, si vas a estar así de cortante y desinteresada, mejor no te digo nada... —. Me dijo ya con un tono más de estar enojado.

—Uhhh... Bueno decime, perdón—. Dije irritada.

—Te tengo una sorpresa—. Mirándome con una cara picarona.

—¿Ah?—. Dije confundida : —¿Para mi? —.Seguí.

—Si Palomita blanca, pero te la doy después de Gimnasia—. Me guiñó el ojo

—¡USTEDES DOS!—. Gritó el profesor.

Volteamos rápidamente Thiago y yo para ver qué sucedía.

—EL DESCANSO YA TERMINÓ—. Dijo apuntando a todos los otros ya haciendo ejercicio. —¡SI NO SE QUIEREN LLEVAR EL TRIMESTRE, MÁS LES VALE TRABAJAR BIEN, COMO EL RESTO DE LA CLASE!—. Y fuimos a hacer la clase sin decir una sola palabra.

   Salimos a las 6:00. Estábamos todos muy cansados por que la verdad, el profe casi nunca nos hace entrenar tan duro. Me despedí de Mai y Zoe, y me dirigí a mi casa, porque estaba toda transpirada. Cuando estaba por cruzar la calle, siento que una mano me agarró el brazo.

—Te estas yendo sin que hablemos Paly...—. Volteé y era Thiago.

—¿Qué es tan importante que no puede esperar a que por lo menos me bañe?—. Dije soltandome y mirándolo fijamente.

—Paly, te conozco hace más de 10 años, y sé que te gusta dibujar—.

Es verdad, a mi me encanta dibujar, pero ... ¿A qué quería llegar?

"El cuadro que jamás podré pintar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora