treat you better; shawn mendes.

ten

capítulo largo

real life

—¡Shawn!, ¡despierta ya imbécil!

Abrí los ojos sorprendido al sentir agua fría caer por mi cuerpo.

—¿Malía?, ¿porqué hiciste eso?–cuestioné aturdido, intentando quitar el agua de mis oídos, ella sólo reía. Atrás pude observar a Nash con un teléfono en sus manos.

—Soy yo–rió–oops–soltó con una sonrisa traviesa.

Vas a matarme.

—Me las vas a pagar–sonreí con malicia, ella dejó de reír.

—¡Fue idea de Nash!–gritó escondiéndose detrás de él.

—¡¿Qué?!, ¡no mientas Malía, tú me despertaste para hacerle una broma a Shawn!

—¿Le vas a creer a Nash?–salió de detrás de su espalda haciendo puchero y corrió a abrazarme.

—Oh vamos, ¡siempre haces lo mismo Mali!–soltó Nash con diversión.

—Me vengaré, pero no de ti–miré a Nash–si no que de ti–miré a Mali, ella abrió los ojos sorprendida.

—¡¿Qué?!, ¡no!, ¡Nash!–gritó ella intentando deshacer el abrazo que me había dado pero lo impedí. La lancé a la cama de tal manera que quedé arriba de ella, comenzando a hacerle cosquillas–¡Nash!

—Lo siento, pero es ahora cuando debo irme antes de arruinar el momento–se encogió de hombros y se fue de la habitación.

—¿Qué me harás?–preguntó con diversión.

—Cuando menos lo esperes, me vengaré Mali–besé su frente y me senté sobre el colchón–oye linda, tenemos que hablar de algo importante–suspiré.

—¿Qué pasó?–cuestionó con la mínima atención ya que estaba sumida en su celular.

—Anoche ví algo...–comencé–algo que no me gustó.

—¿Acaso leíste que hay coles de bruselas otra vez en el menú?–me miró burlona. Reí.

—No, aunque sí–pensé–pero no, yo me refería a...

—Sólo dilo Shawn–rió algo confundida.

—Es que yo ví algo anoche y, yo quería saber si–balbuceé-diablos Malía no lo hagas difícil–musité mirando hacia abajo.

—Shawn, me estás preocupando–soltó tomando mi mentón para hacer que la mire–¿qué diablos pasó?

—Tus brazos–susurré casi inaudible, ella me miró confundida pero con una pizca de nerviosismo, créanme, la conozco.

—¿Qué con ellos?–rió–sé que necesito algo de ejercicio pero...

Tomé su manga derecha y la levanté, dejando a la vista varios moretones, ella los tapó rápidamente.

—¿Cómo te hiciste eso?–cuestioné mirándola con dureza. Ella agachó la mirada.

—No es nada, sólo me golpeé.

—¿Cómo?–insistí.

—Sólo me golpeé Shawn, en serio–arrugó la nariz en señal de que estaba nerviosa.

—Mali–hice que me mirara–Isaac no hizo eso, ¿o si?–ella abrió los ojos a tope.

—¡No Shawn, cómo crees!–exclamó sorprendida–me golpeé antes de venir al tour.

—Pero si hace dos semanas atrás fuimos a la piscina del hotel y no los tenías–cuestioné confundido.

—No debiste verlos en ese entonces Shawnie–rodó los ojos con diversión, y el silencio reinó en la sala–tienes un show hoy–soltó luego de unos minutos mirándome con una sonrisa.

—¿Y eso qué?, todos los días tengo shows–me encogí de hombros.

—¡Peter!–exclamó enfadada pero divertida–es un show especial. ¡Son las vísperas de tu cumpleaños idiota!

Esperen, eso es cierto.

—Woah, lo había olvidado por completo–miré hacia la esquina de la habitación, ella soltó una risita.

—Tonto–me golpeó suavemente–¿tienes pensado hacer algo?–preguntó sentándose al borde de la cama.

—No en realidad, quería pasar el día mirando películas contigo y luego ir al show, ¿porqué?

—No, por nada–soltó con una sonrisa traviesa.

—Malía, te conozco–la miré–nada de fiestas sorpresas eh, la del año pasado fue suficiente.

—Hey, esa fiesta estuvo genial–carcajeó.

—Ese es el problema nena, fue tan genial que nos costó cuatro castigos múltiples y tres días limpiando la casa–reí.

—Está bien está bien, prometo nada de fiestas, ¿qué opinas de una reunión entre nosotros?–cuestionó con voz angelical.

—Malía, todas las noches tenemos de esas reuniones–rodé los ojos.

—Bueno ya entendí–bufó–vé a bañarte que tienes que ir al ensayo, imbécil.

—Hey no enojes–impedí que se levantara de la cama y la atraje hacia mí–sé que quieres hacer algo por mí antes de que te vayas pero no hace falta, regálame mi tarde de películas y yo estaré feliz–sonreí.

—Está bien–besó mi mejilla, pero ya en serio, vé a bañarte–rió.

—Está bien está bien–la saqué de mi regazo tirándola a la cama, Mali carcajeó–vuelvo en diez minutos.

—Está bien–asintió–voy a ver si Gilinsky o Johnson tienen algunas golosinas–se levantó y se dirigió a la puerta.

—Mali–la detuve, ella volteó a mirarme–te quiero.

—Yo también te quiero, Shawn, eres el mejor amigo que alguien como yo podría tener–y me miró con esos ojos únicos, y esa sonrisa tan preciosa que de solo verla no puedes evitar sonreír.

Y ahí fue cuando entendí, que Malía siempre sería mía, pero no de la forma en la que me gustaría.

Oh Malía, me lo diste todo, pero no de la forma en la que yo quería, tengo que dejarte ir.