Voz Viva

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Mi piel es rugosa, áspera, ya los años han marcado su paso a través de mí, mas sigo paciente a la espera de algo.
Constantemente escucho ruido a mi alrededor, escucho a las personas pasar, siguiendo sus rumbos y quejándose de cosas vanas de su vida, me pregunto como es que no se han parado a ver la infinidad de cosas buenas que hay a su alrededor, sin embargo siempre bajan la cabeza y siguen viviendo en otro tiempo que no es el suyo.

Hoy, ha venido una persona hasta mis pies, creo que esta triste porque vi agua correr por su corteza, no se que es lo que tiene, se ha sentado recargando su cabeza en mí, yo solo me quedo observándola paciente, el viento empieza a pasar por mis brazos arrancando suaves melodías a mis dedos, creo que eso la ha calmado un poco porque ha levantado la vista y me ha sonreído, vaya, las personas son tan complicadas y a la vez tan simples.

Pasaron los días y esa persona seguía visitandome, como me gustaba cantar para ella, siempre la veía marcharse con una sonrisa después de haber tenido una tarde llena de las suaves notas de viento.

Algo pasa, esta vez no ha venido mi persona, creo que le ha ocurrido algo. Me quede toda la tarde esperando a su regreso, pero, ella no volvió. Pasó el tiempo y mi persona jamás llegó, el viento nunca volvió a arrancar las suaves notas que tocaba para ella, y mis dedos caían una vez se tornaron color ámbar, mi cuerpo se tornó grisáceo y mi piel mas quebradiza, el otoño había llegado.

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