Jesse miró al nuevo profesor de literatura mientras entraba en el aula. La verdad es que no estaba tan mal. Era joven, seguramente de unos veinte años. Tenía los ojos grises y penetrantes, preciosos, la verdad. Su pelo era de un color castaño claro, que hacía que se le resaltasen sus largos rizos. Llevaba puesta una camiseta blanca y un poco ajustada, con una chaqueta tejana recogida hasta los codos. Sus pantalones eran tejanos negros, bastante elegantes. Pero su rostro no expresaba nada. Nada de nada. Simplemente, estaba allí. Cogió aire, abriendo la boca.
- Buenos días, chicos. - Dijo, con una media sonrisa. - Yo soy Connor, Connor Haynes. Seré el sustituto del profesor Collins estos próximos meses, debido a su viaje hasta el Japón.
La verdad es que parecía bastante amable. Jesse pensó que tal vez le gustaría más este profesor que Collins. Collins era un borde. Y un viejo. Y un gruñón. No le gustaba a nadie. En cambio, con este profesor, parece que las más descaradas de la clase se fijaban más en él. Era una clase de alumnos de dieciséis años, por lo tanto era muy normal que hubiesen chicas de ese estilo.
Connor se apoyó en su mesa, y sonrió mostrando los hoyuelos. De repente, miró a Jesse. Su sonrisa se hizo aún más ancha. A Jesse le sonaba un montón ese chico. No sabe dónde ni cuándo, pero lo había visto.
- Muy bien. Empecemos con presentarnos. - Señaló a Jesse con el dedo índice. - Empieza, señorita...
- Jesse. - Acabó la frase por él. - Tengo dieciséis años, cumpliré diecisiete en Agosto. Mis aficiones son escuchar música y leer. Cuando me aburro hago garabatos.
- Muy bien, Jesse. Continúa el de atrás, por favor.
Toda la clase fue diciendo lo suyo. Habían hecho esto tantas veces que ya casi se sabían de memoria lo que le gustaba al resto de la clase. Mientras todos estaban hablando, Jesse se dedicó a coger un cuaderno y a hacer garabatos. Las clases así siempre eran aburridas. El tiempo pasaba volando, cuando garabateaba. Estaba en su mundo. Siempre dibujaba cosas relacionadas con el agua, con tonos azules y verdes.
Y de golpe el timbre del instituto sonó, así que toda la clase recogió sus cosas y se largó. Ella se dispuso a hacer lo mismo, pero justo cuando iba a salir del aula, alguien la gritó.
- ¡Espera! - La chica se giró. - Jesse, ¿Verdad? - Connor continuaba apoyado en la mesa, sonriendo de lado.
- Así es. ¿Hay algún problema?
- No, no es nada. No me has dicho tu apellido.
- Ah, mi apellido es Waterfield. - Parecía que a Connor se le iban a salir los ojos de las órbitas. - Tranquilo, ya te lo deletreo. W-A-T...
- No, no. Ya se como se escribe. - Se lo apuntó en un cuaderno. - Ya, listo. Muchas gracias, Jesse.
- No hay de qué. - Miró el cuaderno para ver si había apuntado su apellido bien. El problema fue que no lo encontró. En el lugar de su apellido, había puesto Fernández. - Oye, te has equivocado. No me llamo Fernández, me llamo Wate...
- No lo digas en voz alta, Jesse. - Le cortó Connor. Éste se acercó más a ella, para que nadie le oyera. - Podemos... ¿Hablar un momento?
- Pero, profesor, me saltaría la clase de biología.
- Da igual la clase de biología. Tenemos que hablar.
***
Llegaron hasta una sala, pequeña pero acogedora para cualquiera. Jesse pensó que tal vez sería la aula de psicología, ya que habían libros de ejercicios de lógica y unos juegos de mesa en la estantería de la izquierda. Dentro no había nadie. Estaba vacía. Jesse no sabía que pensar de Connor. Era un chico muy raro, según ella. Claro que, no era muy normal que viniese un nuevo profesor y te dijera que tenía que hablar contigo el primer día. ¿Se había metido Jesse en algún problema?
- A ver, Jesse. - Empezó a decir Connor. - ¿Tus padres no te contaron nada sobre tu apellido?
- Mmm... Pues no. ¿Qué tiene que ver mi apellido con todo esto? - Preguntó la chica.
- Maldita sea... - Maldijo en voz baja. - ¿Cómo se llama tu padre?
- Mi padre está muerto. - Al profesor le sorprendió que Jesse lo hubiese dicho con tanta naturalidad. - Se llamaba Christopher Waterfield. No lo llegué a conocer, murió cuando mi madre estaba embarazada. - Connor cogió aire con la nariz y lo expulsó por la boca.
- Me temo que tendré que darte una explicación lógica para todo esto. Creo que no solo te saltarás biología, Jesse.
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Foto de Connor Haynes en la multimedia.¡Espero que os guste la historia!
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Waterfield [PAUSADA]
FantasyJesse Waterfield, una chica "normal y corriente". Ella sabe que su familia le oculta algo; algo que no sabe y nunca debería saber. Pero, tal vez lo descubra por si misma.