Capítulo 3:

2.2K 59 2
                                    

Ya estaba en la camioneta de mudanza llevando las cajas de Amy junto con los chicos, luego las mías y nos fuimos en el auto Johnson.
Tendríamos nuestra propia casa, más espacio para que Amanda pudiera jugar y yo con ella. Una notificación me sacó de mis pensamientos entonces decidí contestar y vi que era Nathan no podía creer este chico no se cansaba de molestar o este quiere que sea otra vez su polvo por otro rato quién sabe.

Nathan: Al fin me contestas, ¿Por qué no quieres volver?

Yo: ya no seré parte de tus juegos otra vez.

Nathan: Oh vamos nena, tú y yo sabemos que estamos hechos el uno para el otro.

Yo: Pues estás equivocado, ninguno es para ninguno, tú fuiste el de cometer el error de irse, no yo así que puedes seguir y enfócate en tu vida.

Nathan: Ya te voy a volver a tener.

No sabía que hacer, a donde iba, el estaba y no era justo para mi porque estaría mal y le haría mal a mi hija, tampoco es justo para ella.
Voy a enfocarme en los que me rodean y no en tonterías. Al salir de mis pensamientos vi que habíamos llegado, con mi bebé en brazos nos bajamos y caminamos hasta la puerta, abrí y Amanda comenzó a correr por toda la casa, estaba contenta de tener una nueva casa.

Amanda, ten cuidado con las escaleras, subiremos cuando las cosas lleguen y nos pongamos a ordenar. -Me acerqué a mi niña para abrazarla lo más suave, tenía miedo de lastimarla.

Mami, mami. -Corre la pequeña hacía mi y se abraza de mi pierna.

¿Qué pasa? -Me agacho a su altura y la miro.

Hay un hombre afuera. -Reí al mirar pero sólo era Taylor.

Bebé, es Tay, no te asustes porque él no es malo. -El chico de bandana se acercó a nosotras y saludó.

¿Quién es la princesa junto a ti Brook? -Me miró confundido ya que la pequeña me había dicho "Mami".

Ella es mi hija. -Me senté en el suelo.

¿Cómo qué tu hija? -Su mirada era extraña.

Sí, mi hija, ¿Por qué? -Se acercó a Amanda negando varias veces.

Es igual a Nathan, imposible que ustedes hayan tenido a está niña. - Fruncí el ceño bastante molesta y lo fulminé con la mirada.

¿Qué estás insinuando? - Elevó los hombros.

Que él prefiere a las putas, tú estuviste con él y es imposible que no se haya cuidado. - Me miró como si nunca habia dicho nada.

¿Me llamaste puta? - Furiosa me levanté y tomé a Amanda para ir patio trasero.

Después de que todo estuviera en orden, acosté a la pequeña en mi cama, decidí que dormiría conmigo hasta que ordenara su habitación como ella refiriera, las palabras de Caniff me dolieron él fue quién me aceptó en Magcon apenas tenía 16, ahora me dijo lo que acabaría con mi mundo.
Estaba devastada, sólo me quedan los chicos y mi bebé, necesitaba a mi mamá una vez más, la extrañaba pero debía continuar sin nadie, hice mi rutina de la noche en nuestra nueva casa, así que rápidamente terminé para irme a acostar.
Ningún pensamiento me dejaba dormir pero tomé mi teléfono marcando al número de Nathan, me levanté y caminé hasta el balcón para observar la Luna.

¿Hola? - Atendió amable.

¿Ya te dijeron? - Suspiré al darme cuenta que no podía dejar mi orgullo.

¿De qué? - Se notaba confundido.

De Amanda. - Miré a la pequeña dormida.

Oh sí, justo iba a llamarte para eso. - Paró de hablar, de lejos presentía que estaba fumando.

Algún día podremos hablar y resolver esto, no quiero que mi hija crezca sin su padre pero tampoco estoy preparada de que ella sepa que su padre anda en malos pasos pero eres su papá; tiene que aceptarte, no yo. - Tomé aire y rasqué mi nuca.

Tendré que decirles a mis fans, ellas son primero. - Se escuchó una puerta y colgó.

Largué una suave carcajada al verme en el espejo, hacía días que no me arreglaba, ni para trabajar, todo se hacia más difícil pero ella me alegra mí día a pesar de todo y no la dejaría por nada en el mundo porque ella es mi mundo, mis ojos y mi vida entera, sentí el timbre así que decidí bajar para abrir, ya abajo doy un pequeño paso para al final abrir y encontrarme a un Nathan, no de siempre, sino arreglando.

¿Me dejarás pasar? Está frío. -Dijo antes de que recordara todo.

*Flashback*

Linda, ¿Me dejarías pasar? Está frío. -Lo dejé pasar y lo llevé al sofá.

¿Qué haces aquí? Ya te prohibieron a estas horas. -Dije asustada.

Necesitaba verte preciosa y pedirte una cita. -Quedé en shock al escuchar esto.

¿U-na cita? -Murmuré mirándolo a los ojos.

Sí, tú y yo, solos. -tomó mis manos acariciando una.

Me gustaría, ¿A qué hora nos vemos... -Iba a continuar pero tapó mi boca de un beso.

*Fin flashback*



------------------------------------------------------------

Amores, si quieren estar comunicadas conmigo y estar al tanto de que continuaré la novela, estaré disponible en Snapchat: tamarasena99.

Nuestra hijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora