Aunque me comporte como una persona normal se que no lo soy, me siento diferente, en discronicidad con la sociedad. Tengo un vacío adentro que nada ni nadie puede sacármelo. Me pregunto si todo esto vale la pena, si alguna ves mi vida va a dar un giro de ochenta grados y cambiar por la vida que siempre imagine, una vida perfecta, como si pensar en ese futuro inventado me diera fuerza para seguirá adelante, ese futuro lejano y despistado.
Siempre tuve que vivir en mis fantasías porque si no me hundía pero me di cuenta de como vivía y quien era y sentí como todo se desmoronaba como un gran castillo de arena, supe lo crueles que pueden ser alguna personas, que tan solo una palabra puede hacer mas daño que mil cuchillas juntas. Las lágrimas son mi salida, el dolor es mi anestesia, mi droga, mi obsesión. Me imagino el perfecto filo devorando mi piel, contrastando con el rojo carmesí brotando y cayendo de la herida pero no puedo hacerlo, no tengo el valor de lastimarme por eso escribo estas lineas para desahogarme.
En fin creo que los que se sienten como yo somos almas rotas, restos de lo que alguna ves fuimos, un estorbo mas, una estría en el mundo.
