Capítulo 2

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Alex

Miraba a Matthew de arriba a abajo, no dejaba de moverse y me tenía jodidamente preocupado, Ahora Cloe Tendría que venir a vivir con él. Tenía suficiente mierda viviendo con mis padres aun y ahora quiere traer a una chica embarazada. Ni yo era están estúpido como para hacerlo sin protección.

-Siento que me moriré tío - Palmeé su hombro - Gracias por escuchar.

-Te traeré algo - Dije.

Salí de la habitación para toparme con un golpe, tome mi cabeza y dije un " mierda por lo bajo"  la chica era hermosa aun con su traje de ama de casa. Mi madre mantenía a demasiados críos. Ella tomo su cabeza y se disculpo. Me sentía mal hacerla sentir mal cuando no supo quieres eran los del jodido cumpleaños al cual estaba hasta la madre de festejarlo. Matthew había llegado segundos después, la miraba de arriba a abajo, como si no tuviera más problemas, él comenzó con su jugada " me preocupo por ti"  no pude más y entre de nuevo a la habitación mientras me tiraba a la cama, hasta que él volviera.

Cuando ella se fue, no dejaba de pensar en esa rubia de piernas largas sobre mi en más de 20 posiciones distintas. Diablos. Jamás me casaré si sigo así de caliente con todas.
Baje a mi auto y comencé a conducir hasta llegar a mi trabajo, era un famoso tatuador y la forma de demostrarlo era mi piel. Cada centímetro cubierto de ellos.
El día estaba más pesado que antes y decidí darme un descanso, que Marcus se las arreglará con los 5 clientes faltantes. Comencé a buscar a alguien con quien hablar cuando unos anuncios llegaron a mi pantalla en la parte inferior derecha, apenas visible. Abrí la pestaña, era un carpeta de la jefatura de policía con chicos desaparecidos. Nada interesante. Cerré la Computadora sin apagarla y me levante para ir a vestirme. Matthew amaba estas fiestas y ahora que sería padre... No podía emborracharse para irse con cualquier empleada de mi padre. Uno de los más conocidos abogados del país. Mi madre era fiestera, a penas mis padres se miraban y cuando lo hacían discutían frente a nosotros. Cumpliríamos 25 pero las peleas seguían doliendo.

Tome mi traje de gala y me lo coloque. Estaba un asco. No comprendo como mi padre los usa todos los días.

Mi celular comenzó a vibrar y atendiendo la llamada de Matt aparque al costado de la carretera para evitar cualquier desastre.

-Hola.

-Hermano mio, ¿Sabes qué te amo?

-¿Qué mierda hiciste ahora? - mi voz sonó dura y mi hermano solo río.

-Nada, solo quería decirte eso.

-El suicidio no es la solución - Dije al borde ya de mi paciencia.

-Necesito un favor. -  Dijo después de silencio

-¿si?

-Que pases trayendo a Cloe y a mi.

-¿Dónde? - encendí el auto.

-Donde más... Vivo donde siempre.

-¿Se mudó contigo? - estaba más que sorprendido.

Matt-Alias-Follo-todo.

Estaba sentando cabeza.

-No puedo dejarla, sabes que si tendré un hijo...

-Si, si. No quiero escuchar tu cursileria estoy en 10.

Corte la llamada y conduci a su casa. Vivía en una residencial alejada, nuestros padres eran algo que no queríamos ver, por así de cruel decirlo. Yo tenía mi apartamento, pero por remodelación tuve que volver al infierno paternal. No había de Otra,  su techo, no chicas.

Los recogi y me dirigí a casa. No tenía cita aun, Ana, ella se encargaría. Mi madre no dejaria que fuera solo por " ética" . No sabía si esa era la palabra correcta pero era una mierda ir sin chica , ellas se ponían calientes y yo solo les quitaba la calentura.

Cuando Ana me fue a buscar a la mesa de bocadillos, la rubia estaba tras de ella con un vestido que causaba gran" altura" en mi. Dios. Esta chica estaba mejor que nada. No pelee cuando Ana dijo que sería mi acompañante, sería mejor conocer a Isabell. Cuando Cloe comenzó a indagar en la vida de ella, podía notar su nerviosismo. Apretando mi mano más fuerte cada vez. No dolía, pero ella tenia fuerza.

Estaba molesto en parte, Ana, había involucrado a una criada conmigo y si mi madre nos mirar en estos momentos, se fascinará por su belleza, pero si ya la había visto de criada, posiblemente ambos estemos en problemas. Así que las lleve en busca de Ana.
-¿Podemos Hablar? - Dije tomando su brazo. Ana temía unos 50 años o algo así. Había trabajo en esta casa desde que tengo sentido de la razón.

-Por su puesto - sonrió y nos llevó a la sala de mi padre.

-Ahora ¿Podrías decirme por que ella? - mis palabras salieron duras y Isabell se revolvió ofendida- Disculpa pero Estoy algo molesto.

-Tampoco es como si yo hubiera querido -  Ella se sobresaltó. Ana me sonrió, era la primera vez que me disculpas cuando reconocía algo.

-No teníamos opción - Tocó el hombro de Isabell - Y ella es hermosa, no lo puedes negar.

-Solo... No vuelvas ha hacer algo así -  tomé el puente de mi nariz.

Las personas de afuera comenzaron a gritar, mire a las dos mujeres frente a mi y salimos.

Mi hermano tenía Cloe de la mano y ella tocaba su vientre sonriendo.

-Maldición - Dije y camine hasta ellos.

-Alex - Cloe sonrió y me abrazó

-Felicidades -  Sonreí a medias y me volteo Isabell estaba hablando con Ana, me miró y se dio la vuelta  cambiando hacia la salida del salón.

Pero Dylan la detuvo. Ella sonrió y se presentaron dando sus manos.
Dylan era eso chicos como mi hermano -  tira y deja -  No podía dejar que se metiera con ella..
Me acerqué y tomé la cintura de Isabell.

-Aquí estas cariño -  bajé mi voz a sensual y ella dejo la boca abierta.

TrastornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora