JiHoon, como cualquier día, estaba sentado en los bancos que daban frente a la cancha de Basketball.
Sinceramente, a él nunca le interesaron los deportes, siempre fue más de letras, su pasión era componer canciones, y si que era bueno en eso. No obstante, le encanta ver el fracaso de los demás, se le hacía la cosa más divertida del mundo.
Sacó su emparedado de su mochila, y cuando levantó la cabeza, vio que un balón se acercaba peligrosamente a él.
Cuando pudo reaccionar, ya era tarde, el balón ya había aterrizado en su rostro, haciendo sangrar la nariz del pequeño.
— ¡MIERDA! —Gritó el bajito al sentir la sangre recorre la parte baja de su rostro—.
— ¡Hey! —Escuchó decir al capitán del equipo, Choi SeungCheol— ¡Lárgate de aquí! —Volteó a verlo—. Este lugar no está hecho para personas como tú —.
"¿Y quién se cree este idiota?"
Pensó JiHoon al escuchar las palabras del capitán.Recogió sus cosas y antes de irse del lugar le juró venganza a Cheol.
— Te arrepentirás de tus palabras —Dijo susurrando y largándose a la enfermería—.
Editado.