He intentado escribir todos los días pero cuando pienso en tí no puedo pararme a escribir. Me encantaría que supieras que te pienso, que te escribo, que te imagino, que te recuerdo. Recuerdo una tarde en el centro de la ciudad, perdidos. Por el cansancio, nos tumbamos en el césped. Tu cabeza yacía sobre mis muslos, tus ojos cerrados no podían ver la sonrisa que se me dibujaba cuando te miraba. Recuerdo que estaba inclinada para besarte cuando abriste los ojos y sonreiste. Dulce beso aquel. Desde entonces mi lado romántico ha florecido cuando lo creía ya muerto.
ESTÁS LEYENDO
Pensamientos de una escritora novata
RomanceNo puedo creer que nunca llegues a leer lo que te escribo. Ni siquiera sabes que esto existe. Puede que sea mejor así, no quiero que sepas lo que siento. Esto se acabó, lo sé bien, pero eso no significa que lo que me hiciste sentir fuera mentira.