Día 50

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Ya no te pienso tanto como antes y eso me asusta. No quiero olvidarme de ti pero gracias a la maldita distancia estoy a punto de conseguirlo.

Sé que si te olvido, olvidaré una parte de mi. 

Tu has sido mi todo y yo no te he dado nada.
No soy de esas personas que lloran mucho. Particularmente odio llorar pero contigo es distinto. Tu has tocado mi corazón y has construido tu hogar allí. Que lástima que solo sea una pequeña residencia de verano y que solo pases unos meses en ella. Yo quiero que estés todos los días conmigo. De alguna forma lo estás, cuando cierro los ojos ahí te veo. Tan sonriente, tan feliz. 
Poco a poco tu rostro se va difuminando y ya no puedo apreciar ese lunar que tienes en el párpado derecho.
No quiero que me dejes.

Pensamientos de una escritora novataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora