Andra no sabía dónde estaba.
Las sombras seguían allí. Seguían rodeandola. Ella seguía cansada, todavía tenía miedo.
-¿Quienes son ustedes?-preguntó queriendo dar un paso al frente, pero sentía sus pies tan pesados que decidió no hacerlo. No obtuvo respuesta, y un gran silencio invadió el lugar.
Estaba en un salón blanco, no había nada en él, sólo unas paredes blancas con grandes manchas negras rodeando a Andra y una puerta cerrada.
La puerta se abrió, por ella entró alguien con aspecto poderoso.
<<Me matará>> pensó ella.
-Tranquila Andra, no te mataré.-dijo el tipo. Era alto, su espalda era ancha y sus piernas eran robustas. Podía notar que sus brazos estaban marcados, y daba miedo con sólo verlo. No parecía algo humano, sus pies no tocaban el suelo, flotaba. Atravesó las sombras, que se esfumaron, dejándola sola a Andra con el gran tipo.-No me tengas miedo, me conoces más de lo que crees.
Andra intentó recordar, pero no puedo hacerlo, el miedo no la dejaba pensar.
-Trabajaras para mí.-soltó el tipo luego de un gran silencio. Su boca formó una gran sonrisa, y Andra notó que todos sus dientes eran de oro.-Serás la nueva integrante del grupo, tus compañeros te ayudarán a manejar tus habilidades, lucharas con ellos.
-No tengo habilidades.-respondió Andra con coraje, y el gran tipo soltó una carcajada que resono en la habitación.-Quiero ir con mi familia.
-Ya no tienes familia, chiquita. Te borre de su mente, no saben quién eres. No te conocen ni conocerán jamás. Tu estás hecha para luchar con nosotros, y contra ellos.
A Andra se le encogió el corazón y la furia la invadió, ya no sentía miedo, no estaba cansada, sólo quería salir de allí. Le molestaba que el tipo diga eso con tan poco interés.
-No tengo enemigos, no lucharé contra nadie, déjame salir de aquí.
-Te matarán Andra, contra ellos debes luchar, estamos para ayudarte.
-Por lo que has dicho, los únicos que se benefician aquí son tu y tu grupito.
-No creo que me estés entendiendo, no te estoy dando más opciones, es luchar con nosotros o morir, debes elegir. No es tan malo como parece, nosotros somos tu familia ahora, te ayudaremos.- se acercó a Andra tanto que ella sentia que la podría pisar con sólo levantar el pie.
Andra con mucho miedo levanto la mirada, y se encontró al tipo mirandola fijamente.
Si lo que decía el tipo era cierto, Andra ya no tenía razón para vivir, ya nadie la recordaba, viviría en soledad toda su vida. Ella todavía no estaba segura en aceptar.-¿Que habilidad tengo?-preguntó con curiosidad, mirándose las manos y pies.
-Te diré la verdad..-el tipo se alejó con la mirada pensativa, caminando de un lado a otro. Se detuvo un momento.- No lo sé.
Andra lo miró incrédula, y es que no podía creer que la trajera a todo esto sin una razón exacta. El tipo volvió a hablar.- Tienes una energía que te atrajo aquí, tu eres la que sabe la respuesta, no yo.
-Tus sombras me perseguían, yo no vine aquí voluntariamente.
-Ellas sintieron tu energía y te trajeron, si tu no hubieras ido al callejón tendrías una familia y una vida normal. Lo hiciste involuntariamente. Estas destinada a luchar con nosotros.
-¿Luchar contra qué?-preguntó dando un paso al frente. Sus cabellos rojizos no hacían más que despeinarse, y sus manos temblaban, pero ella no le dio importancia, tenía cosas más importantes en que pensar.
-Contra todo lo que no puedes ver.-Andra lo miró confundida, y el volvió a sonreír de esa manera irritante como lo hace.-Tu te preguntarás.. ¿Qué cosas no puedo ver? Y la respuesta es fácil. No puedes ver lo que no crees. ¿Hubieras creído que unas sombras te estaban persiguiendo? ¿O que puedes flotar? Solamente tienes que saber que todo lo que te parecía imposible, es real. Hombres lobo, espíritus, vampiros, brujas, hadas... Todo eso es real, nosotros luchamos con ellos.
-Yo no me transformo en lobo, no chupo sangre y tampoco hago brujerías, no tengo ninguna habilidad.
-No todos somos así, algunos no estamos tan alejados de lo humano, tu aparentas ser humano, actuas como uno de ellos, pero no lo eres. Eres algo más allá de todo eso, puedes hacer cosas que nadie hace, por eso no puedes vivir con ellos, eres un peligro.
-Yo no soy peligro para nadie, y soy humana, no creo en nada de lo que dices.
-Recuerda, no puedes ver lo que no crees, y me estás viendo. Crees en mi y sabes que tienes que aceptar mi ayuda.-el gran hombre se acercó a Andra y la miró fijamente.-Debes luchar con nosotros o morirás.
Andra lo pensó un momento, podía que fuera un desastre, pero no le importó.
<<Ya no tengo nada por que luchar más que por mi misma, no voy a morir.>>
Ella asintió, y pudo ver la dorada dentadura del tipo formando una gran sonrisa. Con un chasquido el hombre los había transportado a el y a Andra a un gran salón, donde una gran cantidad de "personas" la miraban fijamente con una sonrisa en el rostro.
-Les presento a Andra.-habló el tipo.-Ella será la Nueva integrante de Agabta. La entrenaran hasta que esté a su mismo nivel.-El hombre la miró a Andra.-Antes de eso tendrás una prueba con cada uno de ellos, para saber cuál es tu habilidad.
Andra miró a cada una de las "personas" que la miraban, podía notar que unas oscuras ojeras le cubrían los ojos a cada uno de ellos y cicatrices invadian su cuerpo.
Eran totalmente extraños.
No eran humanos.
Y Andra tampoco, o eso creía.
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Lo que no puedes ver
Science FictionHay algo en mí. Algo que no pueden encontrar ni definir. Tengo que luchar contra ellos. Contra todo lo que no puedes ver.