Ella no estaba preparada. Andra no sabía que harían con ella, tal vez era una pérdida de tiempo, pero debia probar.
No quería morir.
Tomó unos grandes palos. No tenían forma alguna, eran retorcidos como ramas y con un olor a podrido.
Un chico rubio se acercó, tenía los brazos marcados y era unos centímetros más alto que Andra.
Llevaba un palo igual al de Andra, pero este era de acero, y tenía pequeños detalles que solo se veían de cerca.
El chico sonrió.-Mi nombre es Kilian, te entrenare para las pruebas.-se acercó aún más y la olfateo, Andra dio un paso atrás, incómoda.
El la miró furioso. Ella pudo ver pequeñas cicatrices en su rostro, y su mirada era fría, como si ya nada pudiera sorprenderle.
-Y estas pruebas son... ¿Difíciles?
-Digamos que tal vez necesitarás unos días de reposo, pero si ahora aprendes cuáles son tus habilidades no te sucederá nada.-la voz del chico era un poco gruesa, no tanto para lo que parecía.
<<Es guapo>>, pensó Andra.
-Bueno, debemos comenzar.-dijo Kilian separandose de ella.-Enseñame lo que tienes, pelirroja.
Andra no se movió, no sabía que hacer ya que no conocía sus "habilidades"
-¿Cuál es la tuya?-preguntó ella, Kilian no sabía de qué hablaba, estaba concentrado en Andra.- Tu habilidad, ¿cuál es?
-Soy un hombre lobo.-dijo con una sonrisa de orgullo, a Andra se le borró la sonrisa incómoda que se había formado en su rostro.-Tranquila, aprendí a contenerme desde pequeño, no te haré daño, si es que no me provocas.
-¿Hay muchos de tu tipo aquí?-él asintió con la cabeza, y camino hacia ella, pero pasó de largo y se paró detrás.
-Señor, tengo noticias.-Andra dio la vuelta para mirar a quien había detrás de ella, pero sólo pudo ver la espalda de Kilian. Él la miro, y ella pudo notar que sus ojos cafés ahora eran de un tono amarillo, brillante y que sus orejas estaban mucho más peludas que antes.- Ya vuelvo, no te muevas.
Kilian se alejó unos metros, hablando con alguien que había a su lado, pero que Andra no podía ver. Cuando pararon, ya lejos de Andra, agudizó el oído, y sin entender cómo, logró escuchar la conversación.-Señor, la examiné, y tiene un olor extraño. No lo había sentido nunca, es muy fuerte. Diría que tenemos que provocarla, sospecho que podría ser una de nosotros.-Kilian dejo de hablar y asentía, miró a Andra, y sus ojos seguían de ese color amarillo brillante.- Entendido, que no se acerque a mi manada.
<<¿Una de ellos?>>, preguntó Andra.
Kilian volvió hacia donde estaba Andra, ella estaba un poco confundida y necesitaba respuestas, pero no era el momento.
-Cambio de planes, no entrenarás. Sigueme, te llevaré a las pruebas.-al escuchar eso Andra estaba indignada.
-¿Por qué no entrenaré? Me destruirán en donde sea que me lleves.
-Simplemente no tenemos tiempo, vamos.
-No iré a ningún lado.
Kilian comenzaba a irritarse, ya que no podía decir más de lo que ya había dicho. Sus ojos cambiaron a el amarillo brillante de antes, y los colmillos comenzaron a sobresalir un poco más de su boca.
-No me provoques, pelirroja.
Andra sentía miedo, no tenía más que un palo con olor a podrido para defenderse, pero no quería pelear con el.
<<Quiere provocarte>>, pensó ella.<<Pero si eso es lo que quiere, lo va a conseguir>>
Andra se puso en posición de lucha, aunque no sabía muy bien como era.
Kilian rugió como muestra de desafío, y mostró las grandes garras donde antes había uñas.
Y se abalanzó sobre ella con un gran rugido, Andra corrió a un costado, con el gran palo delante de ella. Temblaba y sentía miedo, Kilian volvió a abalanzarse sobre ella, y las garras la rozaron en el brazo derecho, dejando una pequeña marca que Andra no notó en ese momento.
Lo golpeó con el palo en la cabeza, aunque pareció no haberle hecho daño, porque Kilian volvió a atacarla, y sus garras se clavaron en su hombro izquierdo.
Ella gritó de sorpresa y dolor, y al instante comenzó a salir sangre de donde Kilian la había herido. Sus ojos cambiaron de ser celestes, a un azul frío, brillante, parecidos a los de Kilian.
El lo notó, ya que la soltó en ese instante. Su hombro sangraba, pero a ella no pareció importarle.
Kilian volvió a la "normalidad" sus garras desaparecieron y sus ojos volvieron a ser cafes.- Debo llevarte con el jefe, urgente.
-¿Por qué? ¿Qué sucedió?-Andra se quejó por el dolor, y tapó la herida con su mano.
-No puedo decirte, es confidencial.
-¡Claro que tienes que decirme!-gritó Andra parando en seco en medio del gran salón, con Kilian unos pasos al frente.-¡No se como llegué aquí, no tengo familia, me clavas tus garras en mi hombro y no puedo saber que acaba de pasar?!
-Tus ojos brillaron, Andra. Igual a los míos.-Kilian le hablo en un susurro que no podría escucharse ni siquiera a medio metro de distancia, estaban tan cerca que podían chocar sus cabezas en cualquier momento. En ese instante eran los únicos en una gran sala blanca, igual a la primera en la que había estado.
-Mis ojos no brillan, Kilian. Es imposible..
-Justamente por eso, es imposible.
Caminaron por largos pasillos que conducían a cientos de puertas que podían hacerte perder en un segundo. Llegaron a una puerta que tenía unos grandes números romanos sobre ella, "XVII", y entraron. Dentro de la habitación estaba el gran tipo, esta vez llevaba un sombrero que tapaba su calves y por poco se le podían ver los ojos, mientras tomaba un cappuchino en una taza celeste cielo.
<<Mis ojos no brillan, Kilian. Es imposible.>> recordó Andra al ver al tipo.
Al instante el gran hombre miró a Kilian con los ojos abiertos como platos, estaba tan sorprendido que había dejado caer su taza de cerámica al suelo, dejando un gran charco en el suelo. Kilian asintió con la cabeza, al igual que sorprendido y asustado que el tipo.
-Hazlo devuelta.-dijo el tipo mirando fijamente a Andra, pero esta no sabía que hacer.
-Yo.. Yo... No se como lo hice.-tartamudea intentando responder algo lógico.
El tipo entrecerró los ojos, se acomodo el sombrero y tosió.-No le haremos las pruebas.-dice finalmente.-Kilian, ahora ella es parte de tu manada.
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Lo que no puedes ver
Fiksi IlmiahHay algo en mí. Algo que no pueden encontrar ni definir. Tengo que luchar contra ellos. Contra todo lo que no puedes ver.