La final, jugada nuevamente en el Azteca, fue contra Alemania Federal el 29 de junio. El encuentro comenzó bien para los argentinos, José Luis Brown convirtió el primer gol a los 23 minutos y Valdano amplió la ventaja a los 55. Sin embargo, dos goles de cabeza, uno de Rummenigge a los 74 y otro de Völler a diez minutos del final, empataron el partido. Tres minutos después del gol de Völler, Maradona coloca una asistencia a Burruchaga, quien convierte el tercer y último gol del partido. Con esta victoria por 3:2 Argentina conseguía su segunda Copa del Mundo, y Maradona, como capitán, fue el encargado de levantar la copa. Tras su regreso a Buenos Aires, se reunieron con el Presidente de la República Raúl Alfonsín, y salieron al balcón de la Casa Rosada a saludar a la gente que había colmado la Plaza de Mayo.