Ya que estoy aquí...

1.6K 161 44
                                    

A pesar del miedo, el sueño me alcanzó un par de horas después. Me acosté en la fría cama de Bella, pobre chica debe congelarse por las noches, sus cobertores no eran nada abrigadores. La calefacción debía estar fallando.

"Voy a dormir y cuando despierte nada de esto ocurrió, voy a estar en mi cama, en mi habitación, en mi casa, en mi país" fueron mis últimos pensamientos.

Escuché el sonido del baño. Me desperté sobresaltada, había tenido un sueño muy vívido. Un sueño tan real que... ¡los cobertores eran lilas! La habitación estaba en penumbra, apenas debía estar amaneciendo.

Me levanté de un salto.

Tranquila, tranquila, debes seguir soñando. Respira... inhala, exhala. Eso. Ya va... échate a la cama y vuelve a dormir, cuando despiertes estarás en tu habitación y todo esto no será más que un sueño.

Volví a meterme a la cama pero no podía conciliar el sueño. Sentí pasos y alguien giró el pomo de la puerta. Me tapé la cabeza asustada.

—Hey chica vas a llegar tarde— me dijeron.

¡Era la voz de Charlie! Aquel policía de bigotes.

Me moví para que creyera que estaba empezando a despertar. ¿Cómo me había metido en esto?

—Bueno... suerte en tu primer día de clases, lo que necesites, ya sabes— suspiró y volvió a cerrar la puerta. Cuando estuve segura que se había marchado me levanté de la cama para ir derechito al espejo y lanzarme de cabeza hasta aterrizar en mi habitación.

Pero al verme en el espejo pegué un grito que debieron oír los Cullen.

¡Esa de allí no era yo! ¡Era Bella!

Mi reflejo no era el mío, yo soy más rellenita, mi cabello no es así.

¡Ahora me veía igualita que Bella! ¡Pero no soy Bella!

Ya me volví loca. ¿Qué hago?

Después de caminar varias veces por la habitación por fin lo decidí. No podía quedarme el día entero aquí lamentándome o aterrorizada.

Este era mi sueño hecho realidad, aunque esté más loca que una cabra y mi madre me envié al psiquiátrico cuando regrese. De hecho reconozco que necesito terapia.

Pero... estoy en Forks. ¡Forks por Dios!

Al menos debía conocer a los Cullen. No podía irme de aquí sin echarle el ojo a Edward. Necesitaba ver si era tan hermoso como decía el libro. Tan pero tan guapo que su sola presencia hacía que se detengan algunos corazones. Tan perfecto que quita el aliento.

Me decidí.

Cambié mi pijama por alguna ropa de Bella. La más bonita que encontré pero creo que esa chica no tiene buen gusto, casi toda es de colores tierra por suerte usa tallas más grandes que la suya sino yo no podría entrar. Tomé la mochila que estaba sobre su escritorio, lista ya con los útiles.

Bajé saltando los escalones. La casa era muy fea la verdad, oscura y vieja. Parecía que Charlie vivía en el pasado.

Abrí la puerta a punto de gritar "Aquí voy Edward" pero casi me congelo.

¡Estaba nublado! ¡Hacía un frío terrible!

Regresé a la habitación por un abrigo, por mí me hubiera llevado un cobertor para envolverme pero no era posible.

¡En Forks hacía más frío que en mi nevera!

No saben el trabajo que me dio encender esa chatarra. Digo, con tanta imaginación de Meyer, venir a escoger una cafetera más vieja para Bella.

Twilight ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora