Niall había llegado a su casa en una limusina de lujo, con ropa de lujo y con una tiara en vez de su habitual corona de flores, pero más importante que todo eso, había llegado con mucho que explicarle a Louis y a Liam.
La parte buena es que ambos hombres eran las personas más tolerantes y de mente abierta que Niall conocía, así que no tenía tanto miedo de decirles la verdad.
Confiaba en ellos y espera que ellos confiaran lo suficiente en él, como para entender que no por llegar en las condiciones que llegó, andaba en malos pasos.
Había oído algo de que muchos jovencitos andaban con hombres mayores que le compraban todo y le consentían a cambio de sexo.
Niall no entendía el concepto.
Sí, era demasiado inocente a pesar de las cosas que había pasado, así que en su cabeza no cabía que alguien le regalara su cuerpo a un hombre que ni siquiera le gustaba, solo por dinero.
Todo eso quitando el hecho de que el señor Styles sí le gustaba a él.
Pero bueno, esa es la parte que tendrá que omitir.
Así que el rubio les contó todo a sus padres mientras cenaban todos juntos, incluso la parte en la que Harry le dijo que podía trabajar en esa empresa y al terminar, Louis y Liam le dijo que debían pensar al respecto.
Niall quiso decir algo como que tiene derecho a trabajar si es lo que quiere, que con eso podrá comprarse todas las cosas que quiera sin tener que molestarlos, que no le vendría mal algo de independencia, pero no podía.
Porque los respetaba más de lo que lo hizo con sus padres biológicos alguna vez y sabía que la decisión que ellos tomaran sería la correcta y la mejor para él.
Y si esa decisión implicaba un no, con la imposibilidad de ver a Harry de nuevo, Niall tendría que aceptar.
Aunque era difícil cuando sus padres aun no tenían una respuesta y él veía a Harry por todas partes donde nunca antes lo vio.
Estaba en la tv, en revistas, en la radio...Niall no entendía cómo es que nunca había oído hablar antes de Harry Styles.
Aunque estaba en parte muy bien por ello porque lo que decían de Harry Styles no tenía nada que ver con lo que él había conocido de Harry Stlyes.
Todos hablaban de que era un ogro, un mal jefe que maltrataba a todos, un arrogante ególatra que se creía más y mejor que todos los demás y que los trataba como moscas que no servían para nada.
Niall estuvo muy confundido al principio porque parecían ser dos personas totalmente diferentes e incluso tuvo que averiguar si los señores Stlyes no habían tenido gemelos por si acaso.
Pero no. Descubrió que tenían dos hijos, Gemma la mayor y Harry el menor.
No gemelos.
Así que el Harry del que hablaban era el Harry que él conoció.
Pero no lo era realmente.
Ese Harry fue amable, dulce y especial. Lo trató de princesa, sonrió como un niño con él y hasta le hizo un favor.
¿En qué mundo los ogros se comportaban así?
Si había uno, Niall quería vivir en él.
Para Niall, Harry era un príncipe.
Y nada le hubiera gustado más que fuera su príncipe.
Pero los días pasaban sin respuesta de sus padres y quizás el silencio era la respuesta en realidad.
Así que Niall tenía que conformarse con no volver a ver a Harry.
Lo más extraño de todo es que la razón por la que mas deseaba verlo de nuevo era solo para decirle que no creía en ninguna cosa mala que dijeran de él, que él veía más allá y que estaba seguro que Harry tenia cierto gustos por esas botas doradas, solo para hacer juego con su corazón de oro.
Era una verdadera lástima que mientras los días pasaban, la esperanza de decirle todo eso un día, se evaporaba.
Por otro lado, en el colegio, Niall había hecho más amigas. Laura, Amy y Mel, ella serán preciosas y Niall a veces se preguntaba si en caso de que fuera heterosexual, aun estaría rodeado siempre de hermosas mujeres.
O si es que las chicas solo estaban locas por los chicos gays.
Laura estaba hablando de su nuevo novio, un chico alto y guapo y super caliente, y Niall no pudo evitar echar un suspiro lastimero.
Por supuesto, una de ellas se percató de ello y cuestionó — ¿Qué ocurre, Nialler?
El rubio suspiro una vez mas y respondió —Es que la lógica dice que los opuestos se atraen ¿porqué no hay un hombre caliente loco por mi?
Las chicas rieron, pero Niall entendió que no se reían de él, si no con él y Amy dijo —La única respuesta a eso, es que tú eres el chico caliente que está esperando a su opuesto.
Niall sonrió también entonces porque apreciaba el hecho de que quisieran verlo sonreír y murmuró —No lo creo probable, pero gracias.
Niall no era un chico sexy. Era más de lo contrario.
Y en algún rincón de su mente, la que no había aceptado aun que no vería de nuevo a Harry, todo lo que podía pensar es que él era su total opuesto y lo bien que encajarían juntos.
Harry miraba la corona de flores adornando su escritorio.
Se marchitaba lentamente, al igual que las esperanzas de que el niño bonito volviera a entrar por la puerta, aunque sea por equivocación.
Se odiaba un poco a sí mismo por haberle mentido diciéndole que la chaqueta, las botas y la tiara eran solo imitaciones y no valían casi nada, porque si le hubiera dicho la verdad, el valor real de esas cosas, está seguro que Niall hubiera regresado a devolvérsela.
Pero en ese momento sabía también que si le decía eso, no las iba a tomar y tampoco quería obligarlo a volver, si no era lo que él deseaba.
Quiere ver de nuevo a Niall, pero no quiere obligarlo a nada.
Lo esperaba desde hace días, no lo va negar.
El porqué, no lo va responder.
Y que hará si no vuelve, es algo que aun no decidió.
Hay opciones, en realidad.
Es Harry Stlyes y no hay nada que no pueda lograr, pero con solo un nombre, Niall, tampoco se podía hacer milagros.
Si había pensado en buscarlo, sí, pero ¿cuántos Niall's pueden haber en Londres?
Él quería solo a uno, a uno muy especial.
Nick, su mejor amigo y mano derecha, llegó junto a él, tomó asiento y con una sonrisa preguntó, por quinta vez esta semana —Ya, Harry. Debes decirme que es lo que significa esta corona de flores. ¿Piensas usarla en la nueva colección?
Harry no respondió porque no lo pensaba realmente, hasta que tuvo una especie de iluminación.
En realidad podía.
Si encontraba el modelo ideal para lucir sus prendas y llevar la corona de flores sobre su cabeza, en realidad podía ser una idea genial.
Y ahora tenía un gran motivo para esperar a Niall.