Él estuvo solo en el mundo, abandonado por su familia y adoptado por varios, los cuales huían luego de un tiempo.
Hasta que llegó él, Zack, quién sería ese pedestal en su vida, lo guiaría en la vida y lo convertiría en un hombre. Lástima que no lo llevaría por los senderos de la bondad, sino por el camino de la oscuridad.
Años después, logró su cometido. Convirtió al chico en un hombre, un asesino sin piedad, que tenía sus manos llenas de sangre y al cual no le importaba que hubieran unas gotas más sobre ellas.
Y ahí se encontraba él ahora, con el resto de los "pandilleros" como los llamaban los ancianos, pero ellos se consideraban una familia. Eran hermanos todos, no compartían la sangre de sus venas, pero si la que manchaba sus manos fornidas, llenas de cicatrices y algunas con tatuajes.
Luego de meses de preparación, se aventuraron a dar el golpe más esperado, sería un gran robo. Todo con tal de que ése narcotraficante perdiera mercancía y su poder, así ellos podían crecer.
Pero ese niño en cuerpo de hombre no supo en ese momento que lo único que hizo, fue comprar el boleto a un viaje sin retorno.
Atacaron la mansión, robaron lo que querían, y todo parecía ir bien. Pero al poner en marcha el escape, llegaron refuerzos.
De pronto el golpe resultó nefasto, el coche que esperaba por ellos desapareció, y ahora ¿dónde están esos colegas que eligió?
No tuvo otra opción que correr, hasta que una bala lo alcanzó. Cayendo así al suelo sucio del callejón, en un charco de agua mohosa, donde las ratas hacen su aparición.
Intentó levantarse cuando escuchó pasos tras él, pero el dolor punzante de su pierna lo detuvo de tal acción. Sintió que el hombre disminuía su paso, y al girar su cabeza hacia atrás, vio como levantaba el arma en su dirección.
El arma se disparó, más no hubo sonido de su parte, gracias al silenciador.
El hombre se marchó, dejando al muchacho en el suelo, herido y sin salvación.Dejó caer su cabeza en el gastado cemento del piso, entrando en la ensoñación que le ofrecía su mente, viajando hacia el rostro de la mujer que amaba, tan bella y delicada. Ella merecía algo mejor, no unas manos que sólo ofrecerían muerte.
Y debatiéndose así, soltó el que creía su último aliento y se sumió en la oscuridad.
Nadie iba a aparecer en el lugar, lo abandonaron nuevamente.
Así es este mundo, debes cuidarte solo, porque nadie te ayudará.
Dirán que son tu familia y te apoyarán, pero cuando lleguen los problemas, correrán como cobayos asustados.
No es egoísmo, es sentido de supervivencia...
Así que recuerda esto. Cuídate a ti mismo y de ser posible, ten ojos en la espalda.
Nota de autora:
Por fin me atreví a hacer este prefacio, para que vean algo jaja.
Espero que les guste :)
Mar.
Editado
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Promesas Rotas
ActionAquel año, el amor había sido la opción que más había rechazado; no quería volver a amar, no después de perderlo a él. Pero en algún momento, los fantasmas regresarían para destapar secretos que creía bien enterrados y demostrarme que no eliges al d...