Cap. 11

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Inuyasha hacía mucho no visitaba aquella tumba, no se había dado cuenta de que kagome, con su hijo en brazos había ido a caminar por los alrededores. Esta, junto al crío, habían ido a una especie de cabaña en aquel mundo; el pobre bebé no paraba de llorar. De pronto, de entre unas sombras había aparecido él, naraku.

Nrk-: ahora no lo vayas a soltar, recuerda que estás a mi merced.

Kag-: como digas, amo

La que hasta en ese momento era "kagome" no había sido más que otra creación de naraku.

«««kagome prov'»»»


Esa maldita, seguro lo tenían todo planeado. Mi olor, mi escencia, todo.
Kagura lloraba, seguramente el maldito naraku acabaría con ella en cualquier momento

Kg-: sólo quería... Saber que se sentía ser libre

Yo la miré con una suave sonrisa, no podía ocultar mi tristeza y preocupación ¿ qué querían de mi?
Escuché el llanto de mi niño otra vez.

Kag-: qué le hacen a mi hijo?!? NARAKU!!!

Mis gritos no servían de nada, y al parecer, según kagura, sería mejor que los guardara.

««« corte kagome prov'»»»

Inuyasha se dio cuenta de que algo no andaba bien, kagome no aparecía

Inu-: feh, ¿ a dónde se fue a meter?

Trató de buscar su rastro, pero este había desaparecido. El hanyou se asustó, empezó a buscarlos desesperadamente. Al darse cuenta de su alrededor, sus amigos también habían desaparecido

Inu-: dónde demonios están?!

Una horrible presencia se posó detrás de él, este volteó de inmediato

Inu-: naraku!

Nrk-: oh, adivinaste

Inu-: que mierda hiciste?!

Nrk-: yo?

Inuyasha gruñó con furia

Inu-: no te hagas!

Nrk-: eh? Ah, si

Kagome apareció detrás del monstruo

Inu-: que haces ahí?

El híbrido trató de acercarse a ella, pero esta al verlo lo atravesó con una especie de puñal. Él no lo podía creer... Esa no podía ser su dulce kagome, no. El aroma que ocultaba su verdadera identidad se había desvanecido; de inmediato su cabello se tornó blanco, al igual que sus ojos y vestimenta, que, al apuñalarlo se manchó de color carmesí

Kag-: aún no lo entiendes?

Dijo la albina con una mirada sin vida, haciendo notar que traía a kenta en sus brazos

Inu-: kenta! Sueltalo!

Kag-: te hice una pregunta.

Inu-: donde está kagome?

Kag-: soy yo

Inu-: no me jodas

Kag-: ah, muerta, la verdad.

Inu-: y quién estuvo con nosotros todo este tiempo?

Kag-: yo. Yo fui quien los trajo a esta trampa. Yo, y solo yo.

Inuyasha sintió como moría lentamente, sin kagome. En realidad ya había pasado por eso, pero ahora era diferente.
En eso apareció sesshomaru, nadie sabía el porqué de su presencia

Sessh-: te dije...

Miró fríamente a su hermano

Sessh-: que yo acabaría con naraku

Inu-: que dices?

Sessh-: te dejas engañar, ¿acaso no te das cuenta que están ahí dentro? (Señalando una cabaña)

Inuyasha fue rápidamente hacia donde le indicaba. No podía abrir la puerta, trataba y esta estaba trabada. Pero con un garras de acero la pudo derribar; la supuesta kagome, al ver al híbrido alejarse, bajó la guardia. Sesshomaru rápidamente la atacó de frente y le clavó sus garras venenosas en la garganta. El crío se puso a llorar debido a que se asustó, la marioneta lo soltó pero antes de que cayera el youkai lo agarró y lo abrazó fuertemente contra su acogedora estola.


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Falta 1 capítulo + epilogo 7u7r

There will always be a tomorrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora