Dedicada a: MeiVirus Lo sé, me tarde cien mil años y solo publico un capítulo ¿merezco los tomates?. Lo bueno es que aquí está y el segundo estará más tarde :3
Espero te guste, ¿te gusto?, ojala te haya gustado.
—SeHun más rápido... —demandé, con un deje de excitación en mi voz.
Me sujete con fuerza a sus anchos hombros recargando mi peso en él, suspirando sobre su oído obligándome a bajar el tono de mi voz. Sus manos viajaron por debajo de mi muslo sujetándome de ahí, me alzo para luego apoyar mi espalda en el tibio azulejo detrás de mi.
Un siseo inaudible se escapó de entre mis labios formando un pequeño vaho en la separación de nuestros rostros. Él sonrió ante la acción imaginando tal vez que era un gemido o quizás si lo era, al final de cuentas él sabia las acciones que debía cometer para sacarme uno de ellos o más.
Levemente mis dedos marcaron el paso de sus hombros, clavícula y la linea vertical del cuello hasta llegar a ambas mejillas donde lo sujete con firmeza, obligando a que me mirará. Sabiendo de antemano lo que quería unió nuestros labios junto al vapor candente que nos envolvía en aquella ducha.
Su lengua conocida para mis agrietados labios se hizo paso sin un permiso previo, lamió el contorno de los dientes antes de adentrarse a la oscuridad que mi boca representaba. El músculo sin hueso de rosa pálido salio al encuentro de su compañero más visitado, dando la bienvenida alegremente como si no se hubieran tocado de hace años.
Afuera de aquel paraíso que se formaba en nuestros labios, sus dedos ya habían dejado su huella sobre mi cuerpo dejando leves hematomas en mi espalda, brazos y piernas. Me separé una vez el aire me hizo falta y lo miré directamente encontrando la lujuria desprender de sus ojos oscuros, aquellos que me hacían acordar a la mirada de un león en plena caza, y yo, era su más deseada presa.
—Marcas, no —advertí, como tantas otras veces lo hice.
Me miro sin decir nada, como queriendo que cambiara de opinión pero bien sabia que no lo haría. Me apresure a tomar sus dedos laxos que descansaban en mi cintura para besar cada dedo, antes de engullirlo en mi boca y lamerlos tan lascivo como recordaba lamer una paleta.
Un gruñido ascendió por su garganta, audible y voraz, haciendo entender cuan excitado estaba en aquel momento. Retire sus dedos tan lento que al final una fina linea de saliva nos unía, sin aviso los dirigí donde quería que los estuviera moviendo, preparándome antes de que me tomara y me hiciera suyo una vez más.
Ataco mis labios con un hambre que parecía insaciable, acallando gemidos, gimoteos y gritos. Como si solo él fuera el privilegiado de amortiguar aquellos sonidos que producían mis cuerdas vocales.
—Ah~ —fue un suspiro a medias. Por lo satisfecho que me había sentido por su trabajo, y insastifecho porque haya retirado sus dedos antes de poder siquiera rozar el limite del orgasmo.
Me conocía tan bien...
—¿Listo?
No necesitaba de palabras, ya conocía mis acciones, deje una de mis manos sobre su hombro dando un leve apretón confimardo su pregunta.
Se introdujo lentamente repartiendo cada beso sobre mi cuello, a cada mueca de dolor que hacia. Mis brazos volvieron a sus hombros y las piernas se apretaron a su cintura, temía caerme debido a como todo mi cuerpo temblaba a pesar de que no era la primera vez.
—Me avisas, bebé
Odiaba ese apodo, yo era el mayor ¿por qué razón habría de llamarme así? No lo entendía y se lo hacia saber cuan disgustado me sentía por ello, sin embargo aquello me distraía del dolor que albergaba mi zona inferior.
Sus grandes manos estaban sujetas a mi muslos donde mayor se sentía el tembleo, y tan cerca de mi orificio donde transcurría el dolor que estaba sintiendo cuando su miembro lo atravesó.
Asentí sin emitir palabra, cerrando los ojos cuando las sensasiones me llegaron de lleno, haciendo casi imposible poder mantener los ojos abiertos o la boca cerrada.
—Ah~ ahí.... así...
No me contuve y él tampoco me hizo callar ni se hizo callar.
—Tan apretado y cálido~
Nuestros gemidos subieron a medida que las estocadas ganaban velocidad dando con fuerza en el punto dulce que siempre sabía encontrar sin pistas, haciendo que delirada de placer sin dolor.
El agua caliente corría por nuestros cuerpos fervientes, bañando el sudor y sirviendo como un manto para mantener los gemidos dentro de aquellos azulejos que se llenaban de gotas.
Abriendo los ojos con pesar, pude visualizar su mirada ennegrecida, sus labios rojos entreabiertos y el flequillo pegado a su frente antes de soltar mi ultimo grito y él su gruñido junto a mi cuello indicando que había llegado a su clímax.
—Hoy lo hicimos a la vez, deberíamos celebrarlo
Su característica sonrisa apareció unos breves segundos antes de besarme, robando el último gemido cuando salio de mi interior.
[...]
Tenia el cabello seco y ropa limpia encima cuando llegó mi esposo. Tome su saco y maletín, dejandolo en el perchero antes de que me besara. A unos centímetros de donde estábamos, SeHun carraspeo.
—Disculpen, por interrumpir su momento romántico pero el partido esta por comenzar y hay una apuesta en juego. —claramente percibí su enojo en cada palabra. Lo mire disculpándome pero él no me miraba.
—Ve a sentarte, quiero disfrutar un poco más de mi esposo —SeHun asintió con la mandíbula tensa. Al pasar por detrás de mi, rozó sus dedos con mi cintura.
—¿En que estábamos? —traté de disimular el escalofrío que me había causado su acción.
Me encontraba en la cocina preparando la cena, cuando el partido se encontraba a minutos de terminar el primer tiempo. Estire el cuello hacia ambos lados sacando la tensión que me provocaba cuando las dos personas que me amaban se encontraban juntos.
Unos brazos me rodearon por la cintura e inmediatamente reconoci su perfume.
—SeHun, sueltame tu padre po-
—Tranquilo, él me mando a buscar unas cervezas. No sospechara que hace su hijo en la cocina.
—De todas formas, mientras te vayas, mejor.
—¿Por qué tan tenso? JunMyeon —su voz erizo el vello de mi nuca, donde daba pequeños besos— ¿acaso debo enseñarte que es estar relajado en mis brazos? otra vez
—Ahora no, SeHun...
—¡SeHun, apurate! —alejándose, tomo las cervezas de la heladera y me regalo una sonrisa de lado.
—Esta noche, serás mío —susurró, antes de irse.
✔
¡Hola! Yo aquí comiendo yogur con rocklets ¿usted?
❌

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Behind the door ↪SeHo↩
Fanfic"Dicen que las paredes esconden secretos, yo digo que la habitación que compartimos es la que guarda el secreto. Él y yo compartimos cosas que son consideradas adulterio. Pero nadie más podría hacerme suspirar sin la necesidad de acariciarme, tocar...