miedo a uno mismo

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Y las lagrimas seguían descendiendo por mi rostro. No sabia como pararlo. Todo mi mundo se había desmoronado, yo solo podía pensar en eso. No paraba de darle vueltas. Todo iba a ser tan diferente, nada seria lo mismo. 

Y yo seguía sola, sin nadie con quien poder hablar y compartir mis sentimientos. Y es que todo se va acumulando y algún día saldrá de la peor manera, y a eso le temo. A quien de verdad soy, a lo que podría ser capaz de sentir o pensar. 

A veces me pregunto que porque es todo tan complicado. Que todo debería ser mas simple, mas sencillo. Pero entonces me doy cuenta que si todo fuera sencillo la vida seria muy monótona, muy aburrida, aun así, eso no significa que me guste sufrir. Por supuesto que no me gusta, y menos sufrir en soledad. 

Cuando estoy triste pienso en muchas cosas, en como las cosas pueden cambiar en cuestión de segundos, en como una persona te puede marcar, en como uno se puede sentir solo aun estando rodeado de mucha gente, en como soy consciente de que llorar cada noche no tiene ningún sentido pero que aun así lo sigo haciendo. 

Cuando lloro me pongo música triste. Ahora que lo pienso quizás si que me gusta sufrir. 

Y a veces también pienso que todo esto es por llamar la atención aunque no me gusta llamarla, es como si gritara a pleno pulmón pero nadie me escuchara, es una sensación que no recomiendo a nadie. Lo de llamar la atención, me lleva a mi infancia, donde mis padres no me prestaron demasiada atención, como ya era lista hacia mas caso a mi hermano mayor que suspendía todo, y eso me ha llevado a que ahora quiera llamar la atención de los que están a mi alrededor, porque en mi infancia no tuve la suficiente. En fin, no quiero culpar a mis padres de lo que estoy pasando ahora, pero aun así, si que tiene algo que ver. 

Si ahora mismo no me gusta la llamar, es porque me esfuerzo en ser la persona perfecta, en la persona que no llama la atención que es amigos de todos, pasota, que nada le afecta, pero es todo lo contrario. Pero aun así quiero ser el centro del mundo. 

Y es que no puedo parar de pensar en como tengo una armadura. Me hago parecer una persona irrompible, sin cicatrices ni heridas, pero luego llego a casa y lo único en lo que puedo pensar es en esas heridas. ¿Porque me cuesta tanto expresar mis sentimientos? Soy un maldito libro cerrado y lo odio.


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