No olvidado

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Hoy parecía un día ordinario, así como todos los demás. Sólo sus más cercanos "amigos" sabían lo que era tan especial sobre hoy. Aparte de eso, todo el mundo iba en su día como lo harían mormalmente. Tal vez algunos fans de Star Wars irían por ahí diciendo "Que la fuerza esté contigo*", pero aparte de eso todo era normal.

La opinión de Izaya sobre hoy se bordeaba entre "Por siempre 21" y "¿Quién se acuerda?" Shinra lo recordó. Recibió un texto en la mañana, pero eso fue todo. Namie le dio una tarjeta firmada "Vete y muere." Y sus hermanas le llamaron para decirle que mamá y papá estaban de vacaciones. No es que esperara algo grande, oh no, pero todas estas pequeñas cosas hacían su día interminable.

Shizuo dijo que estaría trabajando hasta tarde esta noche y que no esperara por él. Por supuesto que lo olvidaría, nada más podía esperarse de un neanderthal como él. Y al menos Izaya tuvo un beso de despedida esta mañana cuando Shizuo se fue a trabajar. Como siempre, a las 5:13 de la mañana. Contrariamente a la creencia popular, Izaya NO era una persona madrugadora. Sólo porque tuviera clientes respetables no quería decir que debiera despertarse temprano para reunirse con ellos. Ellos le pagaban, ellos venían a él. Así que no vio ninguna razón para despertarse temprano cuando podía dormir hasta por lo menos las 10.

Justo ahora él estaba terminando un informe que sería entregado a Shiki, no más tarde del mediodía. A Shiki no le gustaba recibir informes por correo electrónico, sintiendo que era riesgoso en caso de que algún hacker decidiera intervenir en sus negocios. A Izaya no le importaba, especialmente hoy, ya que le daba algo que hacer aparte de esperar a que Shizuo llegara a casa del trabajo.

Éste habría sido su primer año celebrando su cumpleaños con su amante, y ese protozoo lo olvidó. Una vez más, Izaya no tenía tan grandes expectativas. Incluso como un niño su cumpleaños no era mucho para comtemplar. Sus padres estaban siempre ocupados trabajando, por lo que sus presentes solían consistir en juguetes caros y después de su quinto cumpleaños, era sólo una simple tarjeta con dinero. Para el momento en que tuvo 18 años ya había ahorrado suficiente dinero de cumpleaños y días de fiesta, también algunas apuestas extras, y se mudó. Era un bonito apartamento en Shinjuku. No del que era propietario actualmente, pero uno agradable. Sus padres no parecieron preocuparse y sus hermanas sólo vendrían para hacer un lío del lugar.

No, sus cumpleaños nunca fueron realmente especiales. Entonces, ¿por qué este año sintió el trozo más mínimo de decepción? Se sacudió, pensando que tal vez era el inicio de una crisis de mediana edad. "Por siempre 21." Se recordó.

Su realidad nunca fue tan emocionante, y hoy no hacía ninguna diferencia.

Cuando llegó a la sede de los Awakusu, Shiki estaba ocupado resolviendo algunos problemas con algunos de los subordinados. No había tiempo para él, por lo que Izaya dejó su informe sobre el escritorio del hombre mayor y se fue.

Era la hora del almuerzo en este momento y estaba sintiendo hambre. ¡Y ahora que estaba en Ikebukuro bien podría tener un almuerzo en el Russia Sushi! Tal vez si le decía a Simón que era su cumpleaños podría recibir un trato especial o algo así. Él entró, casi esperando que Shizuo estuviera sentado en la barra con su jefe, pero por desgracia...

—¡Izaya! ¡Bienvenido de nuevo! ¡Una orden de ootoro viene en camino! —Simon sonrió y Dennis ya había comenzado a trabajar en su orden tan pronto como lo vio entrar.

—Gracias Simon, Dennis —asintió en agradecimiento mientras tomaba su lugar habitual en la barra de sushi.

Simon estaba caminando alrededor tomando más pedidos y recibiendo a los clientes, mientras que Dennis estaba ocupado haciendo los rollos de sushi. Todos los demás en el restaurante estaban con alguien o incluso en grupos. Nadie que él conociera en un nivel personal. Incluso aquí él estaba solo.

No OlvidadoWhere stories live. Discover now