20 Encuentros|| Fede Vigevani

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Ya en el taxi, vinimos hablando de todo lo que pasó cuando nos distanciamos

- No pensé que iba a volver a verte, sentía que no querías saber nada de mi- suspiró- se puede decir que te extrañé

- Nunca pensé que me dirías eso, pensé que no iba a interesarte después de que prácticamente me entregué a ti

- No digas eso tarada, ahora siento que te veías obligada a eso que tuvimos, que no fue una vez por si lo recordabas

- Después lo hablamos, si? Ya se que estuvimos más de una vez, no me sentía obligada pero estaba demasiado convencida

- Y ahora no?

- Fede, lo hablamos después, por favor

- Esta bien

- Fede

- No estoy enojado, después hablamos- quedandonos así un rato en silencio

Narra Fede

No me di cuenta, pero al mirar sus piernas la note muchísimo mas flaca, siento la responsabilidad de preguntarle si se siente bien, Cami noto que la veia, cruzamos miradas, se volvió algo incómodo

- V-vos estas bien de salud?

Y por dentro me sentí un boludo, por no saber preguntarle de otra forma. Ella me miro e inmediatamente cambio su expresión haciéndose notar su "tristeza" por así decirlo.

- Tranquilo, se que voy a mejorar, me estoy esforzando mucho

Narra Cami

No es así, los problemas que tengo me llevan a que este estresada. Me siento mal, sabía que estaba mucho más flaca, pero no para que Federico lo note.
Le tome la mano muy fuerte, podía sentir como me miraba, yo tenía mis ojos cristalizados, estaba a punto de llorar, agache la mirada y puse mi cabeza sobre su hombro, cerré los ojos y las lágrimas empezaron a salir, yo obviamente trate que no se notara, simplemente el se dio cuenta, me rodeo la cintura y me trajo más a el pero esta vez haciendo que lo mire

- Las princesas no lloran, y vos sos una princesa, mi princesa. No quiero que llores- me dijo acomodándome el pelo y secandome las lágrimas

- Yo... Sólo... Gracias, en serio. Por ser tan atento, siento que valió la pena venir

El solo me sonrió, yo volví a reposarme en su hombro hasta que llegamos a su casa. Le pago al remis y luego se encargó de agarrar mis cosas. Entramos.

- Como siempre, sentite en tu casa, vení- me dijo haciéndome señas desde las escaleras- Prepará tu pijama y una muda de ropa

- Esta bien, se puede saber porque?

- Quiero que estés comoda, si? Mi tío tiene un hotel en el centro, mi familia se va mañana, se van por casi 1 mes, así que si querés vamos a pasar la noche ahí, me incluyo para que no estés sola, yyyyy mañana venimos aca

- Estas seguro? De que querés quedarte conmigo digo...

- Segurísimo

- Bueno, esta bien, me prestas una mochila?

El asintió y se dirigió al ropero

- Toma, te parece si nos quedamos a merendar y más de tarde vamos?

- Si, esta bien. Puedo pasar al baño? Estoy algo descompuesta, por el viaje y eso

- Si pasa, querés un vaso de agua?

- Por favor

Me fui al baño y me lave la cara, Fede apareció de la nada con el agua

- Te sentís mejor?