La Rosa de Sangre (Mikaela x Writer)

Maratón 2/2: El Apocalipsis

[Danale Sacredblood]

Desperte en brazos de Asmodeus bastante débil y cansada pero no era momento de ponerme a descansar ahora debía ir a buscar a Mirai para que no usen,me pare de la cama y fui al closet del cuarto.

Dan: veamos que hay aquí...-dije abriéndolo-

Asmodeus: are, are...-sentí sus brazos rodear mi cintura- bonitas puntas blancas...-acarició mi cabello-

Dan: efectos secundarios de tu... bueno, "ritual".-dije entre comillas para luego sacar la ropa-

Era un vestido negro -tipo victoriano- con unas medias de rejilla negras y zapatos de tacón negros con rojo.
Asmodeus se transformó en un anillo negro el cual estaba en mi mano derecha, Kuroiki aun estaba en su forma de llave la cual descansaba en mi cuello en forma de collar. El plan era...

Reunir a las ovejas a la boca del lobo.

Ovejas son, irónicamente, los vampiros y ¿Adivinen quien es el lobo? Exacto, yo pero tendría que buscar a Mirai y dejarla en un lugar seguro.

Asmodeus: ¿Lista, my lady?.-pregunto desde el anillo-

Dan: nunca lo dudes.-sonreí-

Abrí la ventana del cuarto para ver que estaba en un edificio bastante alto, como el rascacielos  Empire State, donde veía como había una reunión de vampiros en el jardín. Subí al marco de la ventana.

Dan: hora de exterminar vampiros.-me deje caer-

Asmodeus: a sus ordenes.-se convirtió-

Caí de pie entre la multitud de vampiros los cuales me miraron sorprendidos y rápidamente se lanzaron contra a mi, Asmodeus se convirtió una doble hacha usándolo como modo ventilador haciendo que los malditos chupasangre fueran triturados. Rápidamente llegué al lugar donde se encontraba Lest Karr dando una reunión con los demás patriarcas.

Dan: vaya~ ¿Por que no me habéis invitado?.–dije en un tono inocente– después de todo soy matriarca de Europa...–mate al vampiro que se ocupaba de ese continente– América...–degollé al americano que se ocupaba– y Asia.–apuñalé su tripa llevando el cuchillo hasta la garganta–

Lest: estás... Estas demente.–se alejó un poco–

Dan: gracias por el alago, pero dejemos esto.–golpeé la mesa– ¿Por las buenas o por las malas?

Lest: grrr... Alice, Ferid, Crowley...–exclamó señalándome– matenla.

Dan: está bien.–me encontraba sentada en las piernas de Lest con Kuoiki como una daga en su cuello– serán por las malas... ¿Donde tienes a Mirai Kidmizuki?

Lest: no tengo que contestarte.–dijo secamente–

Dan: .–cerré mis ojos– ¡Me lo vas a decir quieras o no!

Mis globos oculares se tornaron negros con los iris blancos, en mi cuerpo aparecieron marcas negras, uñas muy largas negras, colmillos, cuernos y alas de ángel en negro. Estaba convirtiéndome en un Serafín. Los ayudantes del niño quedaron empalados por las sombras que salían de mi espalda mientras que Lest me miraba con horror, lo bueno es que le saqué la información antes de poder matarlo.

Estaba en una base militar vampírica en las afueras de Tokyo, su único acceso era subterraneo y en una cámara tenían encerrada a Mirai.

Dan: mierda, mierda...–dijé mirando los pasillos–

Esto no daba a ninguna parte, todo era muy repetitivo y además tenía muy poco tiempo para buscar a Mirai. Dándome ya por vencida abrí la última puerta donde se encontraba metida en un cilindro de cristal una chica, era Mirai Kidmizuki.

Dan: te encontré.–me acerque a aquel cilindro– ¿Ahora como te saco de ahí?.–toqué el cristal–

Mirai: –abrió lentamente los ojos– ...–tocó el mismo lugar–

La cápsula de rompió en mil pedazos haciendo caer a la chica que por suerte la pude sostener, le puse una manta encima, estaba desnuda, y salí de aquel lugar con ella en brazos.

No podía dejar que Mika o alguien cercano me viera como estoy, seguiría dándoles problemas a los demás con lo del Serafín y los malditos vampiros, tendría que dejarlos por un tiempo. Lo siento Shintarou, lo siento Mika.

Seguí corriendo hasta encontrar a mis familiares cerca de donde los dejé, estaban buscándome... Lastima... Suspiré pesadamente y sin que me vieran deje acostada a Miran cerca de ellos, me aleje escondiéndome en el follaje verde de los árboles, pude ver que Mika encontró a Mirai, pero también empezó a buscar en todos lados mi presencia.