Capítulo 1

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Había una vez...

Es así como toda historia comienza ¿no? Así es, y mi historia casi fue de esa manera. Me educaron como princesa, por lo tanto, crecí creyendo en la típica historia del príncipe azul, pero en el camino comprendí que ése, nada más es un cuento de hadas; en mi mundo, tengo que ser mujer antes que princesa y estar consciente que un príncipe azul, siempre puede llegar a desteñirse. Así me sucedió a mí, no solo con uno, sino con tres príncipes, menos mal esos príncipes guapos, no se convirtieron en sapos, simplemente de azules, pasaron a príncipes negros.

Pasaron situaciones en mi vida que hicieron darme cuenta que tenía que ponerme los pantalones de mujer grande y dejar de lado los vestidos de princesa, entender que en la vida real no habían finales felices, simplemente porque no hay finales; somos como un libro en el que vamos escribiendo nuestra propia historia, y como todo buen libro, hay capítulos que no terminan para nada bien. Y ese había sido mi caso, lo fue con James, luego con Ryan y después con Theo.

Hace más de un año, un accidente cambió mi vida por completo; me negué al amor durante mucho tiempo y cuando al fin me volví a abrir a él, todo se derrumbó como siempre. Me dieron por muerta durante tres meses, todo fue una artimaña del mayor enemigo de Theodore: Nicholas.

Por obra del destino, Rachel le confesó a Ryan todo lo que planeaban y fue él quien llegó a mi rescate, aunque casi estaba muerta cuando llegó, logró salvarme de milagro y junto a ese milagro vino otro. En la sala del hospital que fui atendida, también me enteré que estaba embarazada, mi sorpresa fue grande al recibir la noticia, todo llegó cuando ya no tenía esperanzas y estaría agradecida con Ryan el resto de mi vida, por haberme otorgado la oportunidad de mi vida, al arriesgar la suya.

Por supuesto que quise contarle todo a Theo de inmediato, pero debido a que Nicholas había escapado y mi embarazo era de alto riesgo, no podía arriesgarme de esa manera, ni arriesgar la vida de la pequeña personita que dependía de mí.

Cuando al fin pude comunicarme con mis padres y decirles que estaba viva, también quise hacerlo con Theo, pero mi decepción fue desgarradora cuando supe que él estaba con de nuevo con Rebecca y mi supuesta muerte era aún muy reciente; me sentí muy dolida y traicionada.

Recordé cuando nuestra relación inició y lo mucho que a él se le dificultó tocarme, todo porque estaba aferrado al recuerdo que su fallecida esposa le había dejado. Dolió darme cuenta que su amor por mí, no había sido tan fuerte como tanto decía.

Decidí alejarme de él pero le pedí a mis padres que le hicieran saber que estaba viva, omitiendo mi embarazo, tal vez no sería justo pero no quería que él sintiera algún compromiso conmigo solo por estar embarazada; él ya tenía un hijo con Rebecca, los dos sobrevivieron al accidente y luego que ella apareció también llevó a su hijo. Era un niño muy parecido a ella y con algunos rasgos de su padre, comprendí entonces que no era justo arrebatarle a él su dicha, ya que fui testigo del sufrimiento que padeció cuando Mad — la mejor amiga de Rebecca — le confesó que su esposa estaba embarazada y en el accidente habían fallecido ambos.

Alejarme de Theo, tal vez me hizo parecer cobarde, pero en mi interior estaba muy dañada ante lo que sucedía, mi cabeza era un caos con mí fallido matrimonio, la reaparición de Rebecca, el odio de Nicholas y mi embarazo. A lo mejor no fue la mejor decisión, pero me pareció la correcta y así lo hice. Tiempo después de aclarar un poco mi mente, decidí llamar a Theo, explicarle lo que había sucedido, por supuesto el pidió verme, pero yo estaba muy lejos del país, para mi protección y la de mi bebé y no podía permitir que me viese embarazada ya que omití ese hecho al hablar con él, no estuvo de acuerdo en no verme, pero lo aceptó al sentir mi negativa.

Duele Amarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora