Día 38

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Siempre observandote, es como una rutina.

Te conozco de pies a cabeza.

La calidez con la que creí que me observabas,

desaparece como una de esas  estrellas,

que proyecta su luz hasta aquí.


Cada vez que  me acerco un paso hacía ti,

tú  sigues retrocediendo, ¿a caso sólo eres un sueño?

no, una simple pesadilla más.


"Cubres mis ojos otra vez, como una fantasia

en la que me encuentro todas las noches"


Las manos me duelen por escribir, así que

gasto horas de sueño en insomnio,

escribiendo notas mentales  sobre ti.

Son tan bonitas y dolorosas,

como rosas rojas creciendo en el jardín,

como palabras descuidadas han crecido,

y ahora hieren con sus espinas a todo aquel

que se les acerce.


"Cubres mis ojos otra vez, me acerco a ti,

tú sigues retrocediendo."


Siempre observandote, es como una rutina.

La única palabra que puedo encontrar.

Quédate.

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.

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280 días sin ella. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora