Capitulo 7

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El helado que más me gustaba preparar era sin duda el de vainilla con caramelo, no solo porque era de los más rápidos de preparar si no porque me recordaba muchísimo a mi infancia, cuando mi abuelo me llevaba a las heladerías en Doncaster y como era e helado más barato siempre terminaba por comprarme ese.

Los niños en América preferían más el de vainilla solamente o también se hinchaban de helado de chocolate con sprinkles y me gustaba prepararlos para que después te vinieran a agradecer con una de sus grandes sonrisas era de las mejores recompensas, me encantaba porque siempre me recordaba a mis padres, a como nos trataban a mí y a mi hermana y no puedo evitar derramar algunas lágrimas, no solo por recordar a mis padres y a mi infancia si no porque ahora si me sentía completamente solo, solo porque mi hermana tenía un montón de amigos y se veía que su vida no sería dedicada a cuidarme y no me molestaba pero me preocupaba mucho que al final de mis días y fuera un anciano no tuviera a alguien como mi abuelo o mi abuela que me cuidara, me guiara y apoyara mis decisiones quisiera poder tener a alguien que viera la vida como yo la veía alguien a quien también yo pudiera cuidar y comprender.

El trabajo no estaba nada pesado hoy, algunos niños pasaron después de la escuela y también hacia unos treinta minutos habían venido algunos padres con niños pequeños pero nada importante, había ido ya unas dos veces al baño dejando la heladería sola y ni un alma entraba, tal vez comenzaría aburrirme y no tenía ningún libro que leer y en mis contactos del teléfono solo podía mensajear con un amigo muy lejano que no creo que siquiera me recuerde o tal vez hasta ya habría cambiado su teléfono, o había borrado mi contacto, podía aun así dejarle algún mensaje y esperar si me contestaba y preguntar si me recuerda y no se tal vez hablar por mensaje algunos minutos.

"Hey, me recuerdas soy Louis de la secundaria, tal vez podríamos hablar al menos o quedar si quieres" Le envié el mensaje y deje el teléfono

Cuando el mensaje se envió y se marcó como recibido escuche la campanilla de cuando entra algún cliente y me gire a la puerta para ver de qué pequeño se trataba y preparar su helado antes de que llegara a pedirlo y hacerlo mucho más feliz para que así pudiera correr a jugar pronto. Pero un pequeño niño no fue lo que entro por esa puerta si no un joven que también pasaría desapercibido por un niño, su cara, se veía tan pequeño.

"Buenas noches, disculpa si te interrumpí"-señalo mi teléfono-"Quería saber si estabas próximo a cerrar es que me muero por un helado de vainilla".

Estaba más que sorprendido, un casi niño acaba de venir a pedir un helado el que más me gustaba preparar.

"Buenas noches, en realidad nunca cerramos parece que estas de suerte"-Reí y me acerque a la caja-"No interrumpes para nada, que deseas pedir?"

El chico miraba el menú y revisaba de arriba abajo

"Quisiera uno de vainilla por favor"-Su voz era grave para la edad que aparentaba, aunque en realidad ni siquiera sé qué edad tiene su voz parece más grave que la de un chico así de joven

Fui y prepare el helado.

"Aquí tienes"-Le ofrecí una sonrisa, el me la devolvió y nunca había visto una sonrisa más sincera.-"Gracias, esta delicioso"

Los ojos de ese chico eran preciosos, casi tan preciosos como los pequeños rizos que se le formaban al final de su pequeño cabello, me estaba empezando a sentir hipnotizado y un poco mareado, no sabía lo que estaba ocurriendo pero no podía parar de mirarlo y el pequeño ni siquiera me ponía un poco de atención, se veía igual de hipnotizado que yo pero a comparación de mi él no lo estaba en alguien si no en algo: En su helado.

"Bueno muchísimas gracias, pero tengo que irme, el helado esta delicioso"-Me miro con sus grandes ojos y después lo dirigió hacia mi gafete-Gracias de verdad Louis"

Su voz sonaba tan linda pronunciando mi nombre lento, grave y hasta suave al oído.

"Un placer..." le dirigí la mirada esperando a poder escuchar su nombre.

"Harry"-Me lo dijo y salió por la puerta.


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