"Uno."

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Es mi tercer día con mi nueva familia. Antes estaba en un orfanato, mi madre me dejó allí desde los 10 años porque prefirió un hombre a su hija. Tengo un hermano mayor, se llama Tyler y tiene 16. A el también lo adoptaron ya que sin el no me iría. Es muy extraño de pasar a un cuarto enorme en donde dormían quince niños, a pasar a un cuarto en donde solo estoy yo. Aunque me guste extraño a mis pocas amigas del orfanato, pero ahora es una nueva etapa de nuestra vida, somos muy grandes para que nos de en adopción pero nosotros no somos como los muchachos que se escaparon del orfanato. Somos muy miedosos como para tener el coraje de irnos, igual no tengo idea de a donde nos hubiésemos ido. Mi nueva madre es muy linda, mi nuevo padre es buena persona y hay un niño pequeño llamado Dan.

"Hola Andie" me dijo mi padre mientras entraba a mi nueva habitación. "Espero te guste tu cuarto, puedes decorarlo como tu lo prefieras. Si necesitas algo estaré en la sala viendo televisión con Tyler".

"Gracias" dije mientras observaba todos los libros que me habían comprado, todos ellos se veían interesantes.

Escuché como mi madre entraba con dos cajas y las dejó en la orilla de mi cama, eran dos celulares y ambos en la parte de enfrente decia: "uno para mi niña y el otro es para Tyler, espero les gusten". Creo que todo mundo en su sano juicio haría lo mismo que hice yo. Abrí la caja y saqué mi nuevo celular, lo registré. Abrí la cámara y comencé a tomarme muchas fotos, cuando volteo a ver, Tyler me miraba con una sonrisa torpe en su rostro.

"¿Qué haces aquí?" le dije seria.

"Vine por mi celular, querida hermanita tonta". Lo fulminé con la mirada pero evite pelear con el.

"Ya vete" y salió de mi cuarto con una sonrisa picara mientras sacaba un mechón de cabello rubio.

Cada vez que veía su cabello me preguntaba si teníamos el cabello igual, y efectivamente si. Somos rubios a tal punto que tenemos el cabello casi blanco, es un color muy peculiar aunque nuestra única diferencia eran los colores de ojos. Sus ojos verdes habían cautivado muchísimo a nuestro nuevo hermano menor, Dan.

Me aburrí de estar en mi cuarto buscando videos en Youtube -aunque viviera en un orfanato, sé mucho de tecnología pero no de música-. Comencé a caminar lentamente por todo el pasillo, era un lugar lleno de pinturas y hubo un cuarto que me llamo la atención. Entre y me sorprendí al ver cuan enorme era este cuarto, había una pared llena de dibujos, todos eran de anime y las demás paredes eran completamente blancas. No entendía porque este cuarto era así. Cuando, de casualidad, escuche la vocecita de Dan por las escaleras. En un milisegundo sentí unos bracitos muy suaves rodeando mi pierna, para tener 9 años era un niño realmente tierno y amable.

"Oye Dan" le dije acariciando su pequeños rizos negros. "¿Por qué este cuarto tiene paredes blancas? Y, ¿por qué aquella pared esta medio pintada?"

"Es nuestro cuarto de "El desahogo", lo usamos cuando nos sentimos tristes o mal". Y me guiñó el ojo.

"¿Tu ya has dibujado aquí?" soy muy curiosa, tenía que preguntarselo.

"Si, esos dibujos son míos. Me gusta mucho ver anime pero cuando estoy triste me sirve muchísimo dibujarlos aquí."

"Para tu edad, dibujas muy lindo." le dije mientras le sonreía.

"Muchas gracias, ¿tu sabes dibujar?" el es igual de curioso que yo, ya me esta agradando más este niño.

"Pues mas o menos, nunca me he tomado el tiempo de hacer muchos dibujos". Al oír esto el niño salió disparado hacia su padre, le dijo algo al oído y me volteo a ver con una cara de picaro, muy parecida a la cara que hace Tyler.

"Always Together"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora